Los ingredientes que necesitaréis para prepararlas son estos:
500 g de carne de ternera picada
Dos cebollas
Tres dientes de ajo
Una zanahoria grande
Un huevo
Perejil y ajo en polvo
Unos 100 ml de leche
Aceite de oliva virgen
Un vaso de vino blanco
Harina, pan rallado, sal y pimienta
Lo primero que haremos será poner la carne en un bol, salpimentamos y le vamos añadiendo el huevo, la leche, una cucharadita de ajo en polvo y otra de perejil, dos o tres cucharadas colmadas de pan rallado y un chorrito de aceite de oliva virgen. Lo mezclamos todo muy bien.
Vamos dando forma a las albóndigas y las pasamos por harina.
Las freímos en abundante aceite caliente y las reservamos sobre papel absorbente.
Picamos las cebollas y la zanahoria y las rehogamos hasta que empiecen a tomar color. En ese momento le añadimos una cucharada de harina, removemos muy bien y sazonamos.
Pasados unos minutos añadimos el vaso de vino blanco y dejamos reducir. Retiramos del fuego y lo trituramos todo.
Ponemos las albóndigas que teníamos reservadas en una cazuela, vertemos por encima la salsa y las semi cubrimos con agua caliente. Dejamos que se vayan haciendo a fuego medio hasta que la salsita espese y ya las tendremos listas para comer o para llenar nuestro táper
Una opción estupenda para una comida en el trabajo. Yo suelo acompañarlas con guisantes y en ocasiones con patatas cocidas o fritas en cuadritos, pero eso es a gusto del comensal.
Hoy toca comer en el curro…
Y si queréis ver más ideas deliciosas para llevar al trabajo, podéis pinchar aquí y encontraréis las apetitosas sugerencias de #untaperderechupeteTS que han escrito mis compañeros. Disfrutadlas resalaos!