Precisamente este bizcocho lo preparé en la recta final del embarazo, cuando más que nunca que apetecía comer dulces e intentaba que fueran lo más natural posible, hecho en casa, con fruta y añadiendo harina de algarroba.. lo mejor que lo mucho que nos gustó y lo que disfrutamos esa tarde, aunque la idea era comer solo un pedacito, nos arrancamos y casi nos comimos medio bizcocho entre los dos.
Hoy, he decidido publicar este bizcocho para celebrar que Jimena ya tiene 6 meses, meses que han pasado en un abrir y cerrar de ojo, llenos de emociones, momentos nuevos muy emocionantes. Por suerte he vivido estos meses intensamente con mi peque, me he pedido una excedencia para poder cuidar de ella y sin duda creo que es la mejor decisión que he podido tomar.
No niego que a veces da un poco de miedo, porque no tengo ningún tipo de ingresos, y aunque mi pareja trabaja ya sabemos como está el panorama laboral y los sueldos tan bajos que tenemos... pero me reitero, es la mejor decisión que he podido tomar, para mi y para ella.
Así que os animo a probar un pedacito de este bizcocho tan bueno, podéis serviros vosotros mismos. Un beso y gracias por leerme.
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Ingredientes:
2 vasos de harina de trigo
1 vaso de harina de algarroba
2 vasos de azúcar
1 sobre de levadura en polvo
3 huevos
2 peras
2 kiwis
1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra
1 vaso de lecheMezclamos bien los huevos batidos y el azúcar; añadimos la leche y el aceite moviendo bien la mezcla para integrar todos los ingredientes. Incorporamos los dos tipos de harina y la levadura.
En un molde previamente engrasado o forrado con papel de hornear, echamos la mitad de la masa, añadimos una pera y un kiwi sin piel y cortados en daditos, cubrimos con el resto de la masa y decoramos con las otras dos piezas de frutas (kiwi y pera) cortados a láminas.
Horneamos a 180º C con el horno precalentado durante 45 minutos.