¡Blog rediseñado! Ya me estaba cansando del color verdoso que inundaba el blog por cada esquina, así que he hecho este nuevo diseño, más panorámico y más modernillo. ¿Os gusta?:)
Pues bueno, mi madre compró solomillos y no se porque se me ocurrió hacer unos aritos para acompañarlos, pero más a lo ligero, al horno, para que no se hicieran pesados.
Y es que el tema patatas ya me cansa para acompañar los segundos. Que si patatas fritas, patatas asadas, puré de patatas, patatas a lo pobre o patatas como sean...
A veces mola enguarrarse con esos super aritos de los establecimientos de comida rápida tan gordos que parecen calamares a la romana y que llevan más bien poco de cebolla, pero siendo sinceros, yo luego me siento pesada igual que si hubiera comido piedras. Así que estos son un recurso rápido alternativo a esa concentración de grasa.
Miré varias recetas en internet y al final he hecho un pupurri de dos blogs, el blog vegano de Aida y el blog de Mabel.
Son fáciles y rápidos de hacer y quedan muy buenos. Los primeros mordiscos se hacen un poco raros pero en cuanto empiezas no puedes parar, están riquísimos^^
Ingredientes:
1 cebolla mediana
4 cdas. cargadas de harina de trigo
3 cdas. de queso parmesano
1/2 vaso de leche
1 cda. de vinagre de manzana o de zumo de limón
1 vaso de pan rallado
1 cda. de aceite de oliva
Perejil
Pimentón picante (puede usarse dulce)
Sal y pimienta
Preparación:
Precalentar el horno a 210ºC.
Se preparan dos mezclas en dos boles diferentes:
En uno se mezcla la harina, el queso parmesano, la leche, el vinagre o zumo de limón, la sal y la pimienta. Debe quedar una pasta espesa como un puré, que pueda impregnar los aritos.
En el otro se mezcla el pan rallado con el aceite de oliva, el perejil (solo si el pan rallado no lo lleva), una pizca de sal y el pimentón. se revuelve y se tritura bien con un tenedor para que el aceite se distribuya por todo el pan y queden migas sueltas.
Se corta la cebolla a rodajas y con cuidado se van separando los aros de las capas. Se pasan primero por la pasta de harina, se escurren ligeramente para que queden más finos y se pasa por el pan rallado.
Se van colocando sobre la bandeja del horno con papel sulfurizado y cuando estén todos se hornea unos 10-15 minutos en la parte alta del horno (no tanto como para la función de gratinar pero sí para que le toque el calor más directo). Deben quedar tostados y sin quemarse. A mi no me ha hecho falta girarlos, ya se hacían por ambos lados ellos solitos. Justo al salir del horno se salan un poco más para que no estén sosos y ale!
Para hacerlos aun mejores, se puede hacer una salsa picante con un poco de ketchup y tabasco o una salsa rosa o salsa brava, os aseguro que cuando empiezas ya no hay stop!