Algunos pensarán ¿qué necesidad hay de estropear unos canelones haciéndolos de pescado? pero eso es porque no han probado esta receta… dejando a un lado que el bacalao está riquísimo, para el que no lo aprecie este es el plato perfecto para que pueda comerlo sin sufrir. Estos canelones en vez de una bechamel llevan una mousse de escalibada, así que os podéis imaginar lo delicioso que resulta este plato. Esperamos que os guste tanto como a nosotras!
INGREDIENTES (18-20 canelones)
18-20 placas de canelones
½ kg de bacalao remojado y sin espinas
350 gr. de champiñones
2 huevos
80 gr. de queso rallado
1 pimiento morrón
1 cebolla picada
½ vaso de leche
25 gr. de mantequilla (o aceite)
1 diente de ajo pelado y picado
Perejil
Sal
Para la mousse de escalibada:
2 pimientos
2 berenjenas
200 cc de crema de leche
Azúcar
Sal
PREPARACIÓN
1º Rehogamos en una cazuela o sartén la cebolla con la mantequilla y añadimos el perejil, el ajo y los champiñones lavados y finamente picados. Dejamos haciendo a fuego medio hasta que reduzca el agua.
2º Incorporamos el pimiento troceado y el bacalao también troceado. Dejamos cociendo unos minutos.
3º Batimos los huevos y los vertemos a la mezcla anterior junto con la leche. Removemos enérgicamente y retiramos del fuego. Añadimos la mitad del queso y mezclamos bien. Comprobamos la sal y rectificamos si fuera necesario.
4º Cocemos las placas de canelones en una cazuela con abundante agua con sal
5º Cuando las placas estén <<al dente>> las sacamos de una en una y las vamos colocando sobre un paño de cocina limpio para que escurran.
6º Preparamos la mousse: asamos los pimientos y las berenjenas en el grill. Los pelamos y sacamos las pepitas. Trituramos en un recipiente junto con la crema de leche, comprobamos la sal y añadimos una pizca de azúcar. Finalmente rellenamos los canelones con la masa de champiñones y bacalao, los enrollamos y los colocamos en una fuente apta para horno. Cubrimos la fuente con la mousse de <<escalibada>>.
7º Espolvoreamos los canelones con el resto de queso rallado y gratinamos en el horno hasta que esté dorado. Servimos calientes
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