¡¡Hooola de nuevo!!
¡Ya estoy aquí!
Y qué mejor fecha para mi vuelta que hoy, 4 de Julio, cuando celebro mi cumpleblog!
Yujuuuuu!!!
¿Y cuántos van ya?
Nada más y nada menos que...¡¡3 años!!
Cómo pasa el tiempo, ¿verdad?
Tanto que me cuesta pensar que he estado siete meses sin publicar, ¡siete meses!
Se dice pronto pero es verdad, y cómo se os echa de menos.
La razón es sencilla, la falta de tiempo. Ya comenté que este año se haría un poco más duro de lo normal por cambios realizados en mi trabajo que me afectaban directamente, tanto que nunca pensé que me llevarían a dejar el blog temporalmente.
El problema era que cuando disponía de tiempo libre apenas me apetecía cocinar y mucho menos preparar las fotos, escribir las entradas, etc. Me absorbió de tal manera que mis hobbies se empezaron a convertir en obligaciones, sintiéndome incluso culpable de no disfrutarlas como antes.
Así que decidí cambiar el chip, y los guardé en un rincón de mi vida proponiéndome retomarlos sólo cuando de verdad me sintiera con ganas y llena de pasión como antes había hecho.
¡Y por fín ese día ha llegado!
Como decía, hoy el blog cumple años, y para celebrarlo, no podía elegir otra tarta que no fuera una cheesecake, mi favorita, que la ocasión lo merece.
Esta receta se había quedado olvidada en las pendientes de mi ordenador, así que hoy la rescato para vosotr@s. La recuerdo como una cheesecake jugosa con una textura compacta como a mí me gustan, y respecto al sabor, la combinación de la leche condensada junto con el chocolate blanco le da la suficiente dulzura para que no echéis de menos ni una pizca más de azúcar. Lo único que sí eché en falta fue el sabor a coco, apenas podía distinguirlo, así que a la próxima si puedo le aumento la cantidad y listo.
La receta se la debo al blog My sweet carrot cake, uno de los primeros que formó parte de mis marcadores "favoritos" hace ya muchos años, y al que guardo un recuerdo especial. Un blog tan bonito y hecho con tanto mimo que es una delicia visitarlo y ver sus recetas.
¡Feliz comienzo del verano!
Ingredientes:
250 gr. de queso Philadelphia
1 bote pequeño de leche condensada (740 gr.)
125 gr. de coco rallado
2 huevos
Esencia de vainilla
3 cucharadas de Baileys
200 gr. de galletas Digestive (1/2 paquete)
7 cucharadas y media de mantequilla
1 tableta de chocolate blanco
Elaboración:
Precalentamos el horno parte de arriba y abajo a 180 º . Sacamos la mantequilla de la nevera unos minutos antes para que se ablande un poco. Forramos la base del molde con papel vegetal y engrasamos las paredes con mantequilla.
Empezamos preparando la base de galleta. Trituramos las galletas. Colocamos la mantequilla en un bol y calentamos unos 30 segundos al micro para que se derrita. Cuando esté, la mezclamos con las galletas trituradas y removemos bien. Cuando tengamos la pasta de galleta, cubrimos la base y un poco de las paredes de nuestro molde cuidando que quede bien equilibrado todo. Reservamos en la nevera.
En un recipiente echamos el queso de untar, unas gotitas de esencia de vainilla, la leche condensada, el coco rallado, el Baileys ¡aquí cuidado que es adictivo! y los huevos y batimos todo bien.
Sacamos nuestro molde de la nevera y vertemos la mezcla de queso. Metemos al horno y horneamos unos 35-40 minutos hasta que veais que ha cogido color la superficie y cuando metáis el tenedor salga limpio. Apagamos el horno y dejamos 5 minutos más. Sacamos y dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Más tarde, reservamos en la nevera para que enfríe. A la hora de decorar, rallamos chocolate blanco y lo espolvoreamos por encima. Y a comeeeeerr!!!!