La pasta podría considerarse como la dieta base de cualquier estudiante que acaba de salir de casa de sus padres, que no sabe cocinar mucho, o que vuelve a las 6 de la mañana de fiesta.
Hay que decir que esta receta no es para hacer todos los días. Es muy muy sencilla de hacer, pero da trabajillo. Así que la usaremos para impresionar a alguien. -Tú ya me entiendes...- Pero desde luego que el resultado es impresionante y además, es muy divertida de hacer.
He de decir que yo la hice con la máquina de hacer pasta que le regalé a mi padre hará 5 años, pero se puede hacer fácilmente con un rodillo o una botella de vino para estirar la masa. Venga, al turrón:
DIFICULTAD:
Hombre, Berlusconi es italiano, y eso.
INGREDIENTES:
Un huevo por persona.
100 g de harina de trigo por persona.
Un chorrete de aceite, agua y sal.PREPARACIÓN:
Como vamos a usar las zarpas para amasar, lo primero es lo primero. Nos lavamos las manos y limpiamos bien la mesa donde vayamos a trabajar. -Lo digo porque hay mucho melón suelto por ahí y nunca está de más.-
Pon toda la harina junta en un montón en la mesa y hazle un agujero en el centro como si se tratase de un volcán. Casca los huevos que vayas a usar en el cráter, ponles una pizca de sal por huevo y rómpelos con ayuda del dedo.
Comienza a mezclar el huevo con la harina hasta que se convierta en una masa. Si ves que te queda un poco seca, puedes ponerle una cucharadita de agua templada. Amasa y amasa bien para que la pasta sea compacta pero elástica. Dobla, empuja, aplasta, dobla, empuja, aplasta, dobla...
Envuelve la masa en papel film y métela en la nevera de 1 a 2 horas.
Pasado el tiempo, espolvorea un poco la encimera con algo de harina, no mucha, para que no se pegue la masa.
Como doy por hecho que no mucha gente tiene una máquina de amasar pasta, lo haremos con rodillo. Si no tienes, puede usar una botella de vino bien limpia. Ve amasando la masa -valga la redundancia- hasta que obtengas una lámina de unos 2mm aproximadamente. Te aconsejo que la vayas estirando en porciones individuales o la lámina medirá varios campos de fútbol.
Una vez hecho esto, espolvorea la lámina con harina y déjala reposar otros 20 minutos, dándole una vuelta cada 5.
Y ahora con ayuda de un cuchillo muy afilado, corta la pasta en tiras del ancho que quieras. Depende del ancho que obtengas, será un tipo de pasta u otro. Pero el nombre da un poco igual si el resultado es bueno.
Y ahora sólo queda cocer la pasta. Hazlo en una olla estrella y profunda, con agua hirviendo a borbotones, un puñadito de sal y un chorrete de aceite. Sí, aceite. Siempre digo que la pasta no se cuece con aceite, pero la pasta fresca sí, porque si no, se pega. Hacedme caso.
Al ser pasta fresca, estará lista en 2 minutos. Así que déjala para el final y ten preparada la salsa de antemano. Mezcla toda la pasta con la salsa, ponle queso y a comer.
Veis que es muy sencillo. Laborioso. Pero sencillo. Hazla con la salsa que más te guste, boloñesa, pesto, aglio e olio, o esta fabulosa carbonara que por supuesto es sin huevo. Tenéis muchas recetas de pasta por el blog. Usad la que queráis o proponedme las vuestras.
Animaos a hacerla que sabe de miedo y vais a quedar como reyes. Y como siempre, a cocinar, filibusteros, que el mundo se va a acabar.
Fuente: este post proviene de Recetas para Estudiantes, donde puedes consultar el contenido original.
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