Lo confieso, me ha costado dios y ayuda encontrar una forma de hacer la salsa bechamel sin grumos y fácilmente, y siiii, ya hace un tiempo que la encontré, y ahora, generosa que es una, os la paso por si alguno la necesita.
Esta es la salsa bechamel más básica, pero añadiendo un poquito de cebolla al principio, o un poquito de jamón picado al final, etc, podéis tener diferentes versiones para otras tantas recetas, seguro que encontraréis muchas utilidades.
Venga, que me enrollo que no veas, sin más dilación vamos a por la receta.
INGREDIENTES:30 gr mantequilla.
30 gr de harina.
1/2 litro de leche.
ELABORACIÓN:
En un cazo ponemos la mantequilla a derretir.
Cuando esté derretida añadimos la harina de golpe y mezclamos con varillas, la tendremos a fuego medio hasta que veamos que toma un color tostado (este punto es clave para que la bechamel no tenga sabor a harina cruda).
Cuando veamos que se despega de las paredes y que tiene un color tostadito iremos añadiendo la leche poco a poco. La leche ha de estar a temperatura ambiente (no es necesario que esté caliente), al principio pondremos muy poquita leche y no volveremos a añadir más hasta que no esté totalmente incorporada. Iremos añadiendo leche hasta que acabemos el medio litro.
Si queréis una salsa más ligera le quitáis 10 gr tanto de mantequilla como de harina.
Si necesitáis que sea muy espesa le añadís 10 gr tanto de mantequilla como de harina.
Os aseguro que de esta forma conseguiréis que desaparezcan los tan odiados grumos.
Y hasta aquí un nuevo básico de la cocina, espero que os haya resultado útil.
Un beso enorme a todas/os.