Creo que hace mucho tiempo desde que preparé mi último cupcake. Recuerdo que la repostería creativa vivió su boom con estos dulces y ahora parece que no están tan de moda. Así que los traigo de vuelta, eso sí, un poco más cambiados. Os presento los Cupcakes de Oreo cheesecake, ¿os apetece uno?.
Como todo en esta vida, las primeras veces que preparaba cupcakes era horrible. Manchaba miles de recipientes, la masa no me salía, en el horno se me quemaban…., en fin…, un desastre. Además, nunca se me ha dado bien la cocina y aunque os suene a broma es cierto. Puede que tenga un blog de gastronomía, pero os aseguro que siempre he sido bastante torpe con este tipo de cosas.
Lo que sí he sido siempre es bastante cabezona y hasta que no conseguía hacer algo perfecto no paraba. Y de tanta práctica, pues fui perfeccionando la técnica y ya es comestible lo que preparo, ¡jajaja! No obstante, no siempre me queda muy presentable, como ha sido el caso de esta nueva receta. Sin embargo, lo he hecho con mucho amor y eso es lo que importa.
INGREDIENTES:
12 galletas tipo Oreo enteras.
10 – 12 galletas tipo Oreo rotas.
450g de queso crema.
1/2 vaso de azúcar.
2 huevos.
Vainilla.
120ml de leche.
Un limón.
Sal.
1º. Lo primero que hacemos es preparar la crema agria. Para ello cogemos la leche y exprimimos el limón en ella para que se corte. Mientras, sobre un bol, mezclamos todos los ingredientes y por último, añadimos la crema agria. Volvemos a remover y vertemos sobre ella las 10 o 12 galletas partidas. Las rompemos como en trozos pequeños, pero sin llegar a triturarlas.
2º. Una vez lista la mezcla posamos sobre unos moldes de cupcakes las galletas de tipo Oreo en el fondo y encima de ellas vertemos la mezcla sin llegar del todo al borde. Si el molde es de silicona mejor, porque a la hora de desmoldar será mucho más fácil.
3º. Por último, los metemos al horno, previamente calentado, a 180º por arriba y por abajo. Cuando comprobemos que la mezcla se ha cuajado y que se va dorando los bordes, entonces estarán listos nuestros cupcakes. Finalmente, dejadlas enfriar en la nevera.
Al final son como minitartas de queso con la base hecha a base de galletas tipo Oreo, pero con la forma de cupcakes. No me han quedado especialmente bonitas, pero sí riquísimas. Sinceramente, esta receta merece mucho la pena. Seguro que mi novio debe estar odiándome por hacer esta receta sin él, porque le apasionan las tartas de queso. Pero procuraremos que esta nueva publicación quede solo entre nosotros .
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Fuente: este post proviene de Azúcar y Orégano - El recetario gastronómico 2.0, donde puedes consultar el contenido original.
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