Deliciosos y saludables platos con ayuda del microondas

Un aliado en la cocina

Microondas
Hoy en día, rara es la cocina que no cuenta con un microondas entre el conjunto de electrodomésticos. Su rapidez, economía y versatilidad lo han convertido en uno de los aparatos preferidos para cualquier miembro de la familia. Y, aunque nos parezca que su presencia en nuestro hogar es milenaria, lo cierto es que se trata de una incorporación relativamente reciente.

Calentar el café del desayuno, cocinar un sabroso postre o descongelar la verdura para la cena son tareas que se resolverán en un tiempo récord gracias a este revolucionario invento. Además, teniendo en cuenta el ritmo tan acelerado de vida que llevamos y el incremento en la cantidad de tiempo que las madres permanecen fuera de casa, su uso se hace imprescindible.

 

Una breve presentación

El físico norteamericano Percy Spencer, en 1945, se dio cuenta de que los emisores de radios cortas calentaban la comida en un tiempo muy reducido. A partir de ese momento, se comenzó a investigar en este campo, hasta que, en 1967, se creó el primer microondas para empleo doméstico. Desde entonces, hasta nuestros días, la evolución ha sido tremenda. 
Microondas
 

Funcionan por medio de una lámpara de alta frecuencia, el magnetrón, que emite ondas electromagnéticas llamadas microondas, también empleadas en radio y televisión. El método es muy sencillo, las ondas se distribuyen por los alimentos y, a través del rozamiento entre las moléculas y una elevada temperatura, se calientan por contacto.

 

Conoce sus ventajas

Y es que aunque muchos de nosotros nos mostremos reticentes a abandonar las antiguas costumbres e incorporar elementos nuevos a nuestra rutina, hemos de saber que el microondas nos aporta muchos beneficios. Os ofrecemos un resumen de los más importantes:

  Versatilidad: podemos cocer, calentar y descongelar.

  Rapidez: se emplea mucho menos tiempo que cocinando en un horno tradicional.

  Como

didad: podemos calentar la comida en el mismo plato donde la vamos a comer, sin necesidad de tener que emplear más utensilios.

  Limpieza: resulta mucho más sencillo de limpiar que las cocinas. Sólo se necesita un trapo húmedo.

  Sabor y calidad: como los alimentos se

cuecen con su propio líquido, se evitan pérdidas de vitaminas y minerales y, además, se preserva mejor su sabor. Ahorro de energía frente a los hornos tradicionales y las cocinas.

  Seguridad: puesto que sólo se calienta la comida, no el microondas entero.

 

Para un correcto uso

El resultado de nuestras comidas dependerá de la utilización que le demos al microondas. Toma nota:

  Los utensilios han de ser aptos para introducirlos en el microondas. Los más adecuados son los de cristal, vidrio o cerámica. Jamás metales.

  Se recomienda tapar los platos, bien con papel, vidrio o plástico, para que las ondas no incidan directamente sobre los alimentos, aunque pueden atravesarlos. 

 

Microondas


 

  Está prohibido el uso del aluminio, puede provocar daños en el aparato.

  Tenemos que seguir siempre las indicaciones del fabricante y comprobar que la comida esté bien cocinada.

  Tener especial cuidado con los alimentos que están envasados, se recomienda pincharlos para evitar que salten, al igual que, por ejemplo, los huevos.

  No cocinar piezas excesivamente grandes, pues el resultado no será homogéneo. Es preferible que sean de menor tamaño y calentarlas durante más tiempo.

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