La vida tiene sus momentos y altibajos... llevo casi un año sin escribir en el blog, sin publicar ninguna receta. Y bueno, he seguido cocinando y creando, pero necesitaba descansar del ritmo de obligaciones que me había autoimpuesto.
En éste tiempo ha habido muchos cambios en mi vida,y he querido centrarme en personitas que no quería desatender... y además creo firmemente que si haces algo, realmente debes querer hacerlo de verdad, sin sentirte obligado a nada...
Y bueno... dejando a un lado toda esa parrafada filosófica... desde hace casi tres años por problemas de salud en la familia hemos empezado a comer de forma más saludable, por eso quería publicar una receta que me ha convencido totalmente. A mis hijos les encantan las galletas y si puedo evitarlo procuro que no coman galletas industriales, sobre todo si llevan en sus ingredientes aceite de palma (y es muy frecuente que lo lleven), además de tener todas mucho azúcar refinado o edulcorantes químicos.
El caso es que cuando hacía galletas caseras prácticamente todas son con mantequilla. Estas Galletas de aceite de coco además de no llevar mantequilla no tienen azúcar refinado, sino azúcar de caña integral (o panela). Desde luego una alternativa mucho más sana a las galletas más convencionales. El sabor y la textura son increíbles y en casa nos han encantado.
El aceite de coco tiene grandes beneficios y aunque es más caro que la mantequilla realmente merece la pena la diferencia. Son además muy fáciles de hacer... así que sin más rollos, ahí va la receta...
Tiempo de preparación:
Tiempo de cocción:
Tiempo total:
Raciones: 40-50 galletas
Ingredientes:
350 gr de harina
100 gr de aceite de coco (derretido)
125 gr azúcar integral de caña (o de azúcar de coco también si tienes)
2 huevos ( se podría también sustituir por el zumo de 1 naranja para quitarle el huevo si hay alergia)
1/2 cucharadita de levadura tipo Royal
1/2 cucharadita de canela
Una pizca de sal
1 cuchardita rasa de pasta de vainilla
Elaboración:
1 - Primero derretimos el aceite de coco al baño maría,o en el micro a tandas de 30 segundos. El aceite de coco una vez abierto se ha de guardar en la nevera. A temperatura ambiente lo tendremos más blando que dentro de la nevera que costará más manejarlo.
2 - Aparte mezclamos la harina, la levadura, el azúcar, la sal y las especias.
3 - Añadimos el aceite de coco derretido, el huevo batido y la pasta de vainilla. Mezclamos bien amasando con insistencia para que el aceite se integre bien con el resto de ingredientes.
4 - Metemos la masa hecha una bola en la nevera durante 10-15 min (o 5 minuto en el congelador) para que esté más manejable y no se nos pegue a las manos ni el rodillo.
5 - Pasado ese tiempo de enfriamiento estiramos sobre un papel de hornear de modo que quede de un grosor de medio centímetro. Cortamos las galletas con el cortapastas que más nos guste. Como la masa que sobra al recortar las formas se vuelve a hacer una bola y se estira otra vez, yo metía esa nueva bola en el congelador un par de minutos antes de estirarla con el rodillo para poder manejarla otra vez con facilidad.
6 - Colocamos todas las galletas sobre una bandeja de horno. Yo las metí un poco a enfriar nuevamente antes de hornear (es lo que se hace con las de mantequilla para que no se deformen en el horno, así que ante la duda hice igual).
7 - Precalentamos el horno a 180º y horneamos unos 10 minutos. Enfriamos sobre una rejilla al sacarlas.
feliz semana!!
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