La noche del 31 de octubre está rodeada de misterios, terrores y espíritus, por lo que se nos ha ocurrido hacer estas galletas sangrientas para darle un toque tenebroso. Son muy fáciles de hacer y estamos seguros que les gustarán a todo el mundo. Además, lucirán muy bien en la mesa de Halloween y le darán un toque zombie.
Para hacer estas galletas de Halloween decoradas con sangre necesitaremos masa de galletas de mantequilla. Ya sabéis que tenéis un tutorial paso a paso de la “Receta de Galletas de Mantequilla Perfectas“. Pondremos una capa de fondant blanco sobre ellas y haremos las gotas de sangre con una mezcla de azúcar glass y colorante rojo comestible. No tienen más secretos! Estas galletas de Halloween decoradas con fondant y colorante son de lo más rápidas de hacer.
INGREDIENTES
Masa de galletas de mantequilla
Fondant blanco
Azúcar glass
Colorante rojo
Agua
ELABORACIÓN
– Primero de todo hacemos las galletas de mantequilla. Para ello con la masa de galletas de mantequilla ya preparada la estiramos con un rodillo hasta dejarla con 5mm de grosor más o menos. Con ayuda de un cortador de galletas hacemos formas redondeadas (podéis utilizar un vaso también) y las horneamos a 180ºC durante 9-12min.
– Amasamos el fondant blanco y con ayuda de un rodillo de niveles (nosotros usamos este de Joseph Joseph) lo estiramos sobre papel de hornear hasta que tenga unos 5mm de grosor. Con el cortador de galletas hacemos la forma en el fondant y con ayuda de un pincel, mojamos la superficie del fondant con un poco de agua para que se adhiera en la galleta y lo pegamos en la superficie.
– Ahora toca hacer la pintura comestible para las gotas de sangre. Para ello mezclamos azúcar glass con colorante alimentario rojo (nosotros utilizamos el Cristmas Red de Sugarflair, pero el rojo de Wilton también queda bien) y un poquito de agua – muy poquito. La consistencia tiene que ser un poquito espesa pero con la que podamos trabajar bien con el pincel.
– Por último solo quedará hacer las gotas de sangre en estas galletas de Halloween. Ponemos las galletas sobre papel de horno o una superficie que podamos limpiar fácilmente. Mojamos un pincel en la glasa roja y vamos dándole pequeños golpecitos en el aire para que salpique sobre el fondant blanco y parezcan gotas de sangre. Si lo hacemos desde diferentes direcciones las galletas de Halloween decoradas quedarán más realistas.
Y ya tenéis vuestras galletas de Halloween sangrientas!
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