Dependiendo del día me gustan de un tipo o de otro, pero las de mantequilla suelen ser de las que primero desaparecen en casa porque son las favoritas de mi marido.
Esta receta es muy fácil, además puedes preparar la masa, cortarla y congelarla, así el día que te apetezcan sólo hay que sacarlas 5 minutos del congelador y luego hornearlas con normalidad.
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Vamos con la receta.
Ingredientes:
- 125 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
- 1/3 taza de azúcar
- 1 huevo extra grande (sólo la yema)
- 1 taza y 1 cucharada de harina
- 1/3 de taza de jengibre confitado ( yo lo compré en Lidl)
- 1 cucharadita de ralladura de limón o de naranja.
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Elaboración:
Batir la mantequilla y el azúcar hasta que esté suave y espumosa, añadir la yema y batir bien.
Agregar la harina, la ralladura y el jengibre hasta que esté todo bien mezclado.
Colocar la masa en film plástico y dar forma de rulo de unos 3 cm. de diámetro. Dejar en la nevera hasta que endurezca, al menos 2 horas.
Precalentar el horno a 175 ºC.
Forrar una bandeja de horno con papel encerado, con un cuchillo afilado ir cortando la masa en lonchas de algo menos de un centímetro y colocarlas en la bandeja de horno, separadas entre ellas.
Hornear unos 10 - 12 minutos hasta que estén ligeramente doradas.
Dejar enfriar sobre una rejilla.
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Espero que las probéis, porque son fáciles y muy sabrosas. ¡Ideales para una merienda de otoño!
¡Hasta pronto!
Fuente: este post proviene de En la cocina con Sandra, donde puedes consultar el contenido original.
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