Ya había cumplido los ytantos pero siempre, antes de empezar un viaje, Mario fantaseaba con la esperanza de conocer a una mujer con la que vivir una apasionada historia amorosa que duraría lo que el trayecto. Su medio de locomoción preferido era el tren, especialmente un tren nocturno. En un avión la intimidad es más difícil, y en un autobús imposible. En cambio el coche cama es el escenario adecuado, eso pensaba Mario. Aquella mañana del día del viaje, un viernes, comenzó tras el sonido agudo del despertador que le hizo saltar de la cama a las seis y cuarto para subir en el tren que salía a las ocho menos veinticinco del andén segundo de la estación Central. Mario caminaba por el segundo andén cuando la vio de espaldas, avanzando, una mujer que se movía con esa elegancia felina que solo es posible lucir desde unas caderas sensuales. Con un trasero que se adivinaba espléndido a pesar de hallarse medio oculto por un chaquetón negro. El pelo castaño recogido en una larga trenza. La siguió hipnotizado hasta que sobrepasó el último vagón de clase turista y se dirigió a los de clase preferente. Mario volvió sobre sus pasos maldiciendo el ataque de tacañería que le había hecho comprar el billete de clase turista que lo alejaba de la mujer y lo llevó a sentarse al lado de un joven mochilero perdido entre sus auriculares. El tren dio el tirón que iniciaba el viaje y el entorno de la estación comenzó a deslizarse hacia atrás, Mario buscó en su bolso la novela que había comprado la tarde anterior, una de C. McCarthy, y se puso a leer.
GALLETAS DE MAYONESA Y LACASITOS
Ingredientes:
150 grs de harina (de todo uso).
1/2 c.c de levadura en polvo (tipo Royal).
50 grs de azúcar moreno.
50 grs de azúcar blanco.
60 grs de mantequilla fría.
60 grs de mayonesa.
1 c.c de esencia de vainilla.
Elaboración:
Tamizamos la harina junto con la levadura y reservamos.
Precalentamos el horno a 160º, calor arriba y abajo y aire.
Batimos la mantequilla junto con la mayonesa y los dos tipos de azúcar hasta conseguir una crema y sin dejar de batir añadimos la esencia de vainilla. A esta mezcla le añadimos la harina y levadura tamizadas y mezclamos todo muy bien.
Cogemos pequeñas porciones de la masa y le damos forma de bola con las dos manos y las vamos colocando sobre papel de hornear en la bandeja del horno.
Aplastamos las bolas un poco con la palma de la mano y las decoramos con los lacasitos (he usado tamaño mini).
Introducimos en el horno 15 minutos a 160º. Una vez cocinadas, retiramos y dejamos enfriar las galletas sobre una rejilla.