GALLETAS SPRINGERLE

Hoy os traigo una receta preciosa, pero con la cual tenéis que tener paciencia porque una vez hechas tenemos que dejarlas secar al menos unas 8 horas, las galletas springerle son unas galletas con mucha antigüedad que se realizaban en la zona germánica al principio como ofrendas y luego su tradición se siguió extendiendo hasta nuestros días, se suelen realizar con unos moldes tallados de madera muy laboriosos y con mucho detalle, pero sino disponéis de ellos no os preocupéis y no es excusa para no hacerlas, yo he utilizado un molde para mooncake que podéis encontrar en tantos bazares, sino con algún molde de galletas bonito, incluso con algún encaje y pasando el rodillo para que se nos texturice, cómo veis tenéis muchas opciones para poder realizarlas y quedan tan preciosas que merece la pena, la receta original lleva un ingrediente que se llama bicarbonato de amonio, pero en receta de Patricia Arribalzaga en su libro de cupcakes cookies y macarons de alta costura utiliza levadura química y el resultado es impecable, imaginad que regalo tan bonito para el día de la madre, unos preciosas galletas en un bonito bote decorado, todo un acierto.
Ingredientes:

3 huevos M

375 gr de azúcar glass

60 gr de mantequilla a temperatura ambiente

1 cucharadita de esencia de anís

500 gr de harina tamizada

1/4 de cucharadita de sal

1/2 cucharadita de levadura química

Es mejor que realicemos estas galletas en una batidora porque para que queden blancas tenemos que batir los huevos unos 15 minutos con las varillas, una vez estén bien blanqueadas añadimos el azúcar tamizado hasta que esté bien integrado y entonces añadimos la mantequilla a temperatura ambiente y seguimos batiendo, incorporamos la esencia, batimos e incorporamos la harina , la sal y la levadura todo bien tamizado, batimos un poco y mezclamos luego con la espátula o con las manos hasta obtener una masa que no se pegue, la estiramos y cortamos con la ayuda de los moldes, las ponemos en una bandeja para que se sequen bien como mínimo unas 8 horas, sí son más no pasa nada, transcurrido este tiempo las hornearemos a 150 grados unos 10-12 minutos sin que lleguen a dorarse, recordar que son unas galletas blancas, las dejamos enfriar en una rejilla y luego las podemos guardar en un bote para su conservación, son unas galletas que mejoran con el paso de los días, se pueden conservar más de un mes si es que os podéis resistir a ellas, espero que os animéis a realizarlas y como os digo tenéis la excusa perfecta para este fin de semana para el día de la madre, espero que os animéis y las hagáis, dulces besitos para todos y gracias por estar ahí.