No se si a las lectoras que sois mamás os ha pasado lo mismo, entiendo que poco a poco esta situación será normalizada y será asimilada, pero estoy segura que nunca dejará de ser increíble.
Para mi sorpresa consigo sacar ratitos para ir redactando recetas, por suerte nuestra pequeña es bastante buena, y aunque es cierto que paso muchísimo tiempo dándole el pecho, también hay horas que pasa durmiendo y si se aprovechan cunden bastante.
Ahora hablemos de la propuesta que os traigo hoy, una receta bastante rica y socorrida que preparé para una cena con mis hermanos. El calabacín y el pollo casan bastante bien, son sabores agradables a los que la curcuma le da el toque perfecto. Además es un relleno diferente con el que sorprender a cualquier paladar, os aseguro que no os vais a arrepentir y como siempre, os animo a probarla, ya sabéis, si hacéis esta receta podéis compartir la foto del plato en el grupo de facebook, pincha aquí para acceder a el y marca me gusta para no perderte ninguna publicación.
Ingredientes:
250 gr de carne de pollo picada
2 calabacines
2 láminas de hojaldre
1 cucharadita de curcuma
aceite de oliva virgen extra
1 cebolla
salPonemos al fuego una sartén con un poco de aceite, la cebolla picada, a la que previamente hemos retirado la piel y los calabacines cortados en dados pequeños.
Dejamos a fuego suave 10 minutos, pasado este tiempo añadimos la carne de pollo picada, mezclamos y dejamos al fuego hasta que esta se haga, agregamos sal, una cucharadita de curcuma, movemos y dejamos un par de minutos al fuego.
Extendemos una de las láminas de hojaldre sobre la bandeja del horno previamente forrada con papel de hornear, repartimos el sofrito sobre esta, sin llegar a los bordes, colocamos la otra lámina de hojaldre encima, unimos bien los bordes y horneamos con el horno precalentado a 180 grados hasta que el hojaldre esté dorado.