Aunque a mí me parezca que queda una eternidad, el Día del padre está a la vuelta de la esquina y seguro que más de una necesitará ideas de regalo para ese día. Prepárate porque tu chico lo merece, porque además de ser tu amor, te acompaña en esta feliz locura que es la crianza de los hijos ¿Y ellos? Pues también lo adoran: nadie inventa juegos ni historias como él, les enseña un montón de cosas, les hace reír hasta que les duele la barriga y además borda el papel de poli bueno a la perfección. Por esto y por un montón de cosas más, merece pasar un día muy especial.
En casa somos de celebrarlo todo y además, de celebrarlo con comida. Así que mi propuesta, para este Día del padre es sorprenderles con un desayuno espectacular: unos deliciosos huevos rancheros que no tardarás más de cinco minutos en preparar. Si tus hijos son un poco mayores, además pueden ayudarte a hacerlos aunque eso sí, olvídate de servirlo en la cama, este plato como todos los buenos platos mancha, chorrea y hará que se chupeteé los dedos ¿A que suena de maravilla?
Huevos rancheros
Ingredientes:
- tortillas de maíz
- huevos
- 2 tomates maduros
- 1/4 cebolla
- 1/2 pimiento verde de freír
- 1cdta. de tabasco (opcional)
- sal, cilantro y aceite de oliva
- ingredientes opcionales: aguacate, frijoles negros, queso cheddar, tomate picado...
Preparación:
1. Trocear muy fino la cebolla, el pimiento y los tomates. Calentar una sartén con aceite y sofreir. En mitad de la cocción echar la sal y el tabasco. Cuando ya esté a nuestro gusto, retiramos y reservamos. (También lo puedes sustituir por una salsa ranchera comprada ya hecha).
2. En otra sartén, ponemos unas gotas de aceite y calentamos y doramos las tortillas de maíz, una a una y por ambas caras. Retiramos y reservamos.
3. Freímos los huevos.
4. Montaje: Colocamos la tortilla en el plato. ponemos el huevo frito encima, lo regamos con la salsa y decoramos con cilantro picadito. Hasta aquí son los huevos rancheros sencillos. Ahora toca ponerle imaginación y nosotros tenemos mucha: aguacate, tomate, ensalada variada, frijoles y queso.
Otras opciones: salchichas, tiritas de pollo, arroz blanco, carne picada, bacón...
¿Te vas animando?
Fuente: este post proviene de Amor en Tokio, donde puedes consultar el contenido original.
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