… Yo quiero cambiar mi vida, pero no tengo idea como hacerlo …
Si tenemos este pensamiento ya hemos dado el primer paso, reaccionar y darse cuenta que necesitamos y queremos cambiar, que algo no está bien con nuestro “aquí y ahora”.
Aquí sin duda debo dejarles un extracto de un libro que me acompaña siempre y estoy preparada desde hace algunos años para recibir sus mensajes. – Miguel Ruiz – “El quinto acuerdo”:
Ayúdame a cambiar el mundo es una invitación a ser auténtico, a ser libre. Abre tu corazón para recibir este acuerdo. No te estoy pidiendo que intentes cambiar el mundo. No intentes hacerlo. Solo hazlo. Emprende la ACCIÓN hoy. El legado que les dejamos a nuestros hijos y nietos puede ser magnífico. Podemos cambiar toda nuestra manera de pensar y enseñarles de qué modo tener una aventura amorosa con la vida. Podemos vivir en nuestro cielo personal que nos acompaña dondequiera que vayamos. No es verdad que hayamos venido a este planeta a sufrir. Este bello planeta Tierra no es un valle de lágrimas. Nuestra nueva manera de pensar puede reemplazar todas esas mentiras y conducirnos a un maravilloso lugar en el que vivir la vida.
Algunos se preguntarán qué tiene que ver este post con “La cocina de Pao” pues yo, que soy Pao, os digo que tiene que ver muchísimo, porque sin duda la cocina debería ser un lugar sagrado, un lugar donde liberamos sentimientos y emociones con la elaboración de la comida que posteriormente nos disponemos a comer. No hay nada más sublime que sentir el amor de la preparación de un plato.
Y si a ese sentimiento le añadimos que hemos usado alimentos de calidad, sanos, equilibrados y nutritivos pues obtenemos una beneficio pleno a nuestro cuerpo, a nuestra esencia y a nuestra emoción.
Yo también decía:
Tenía una acción tóxica, compraba lo que me entraba por los ojos, lo que me ofrecían en la tele y lo que me salía “más barato”, aunque sabía que no era sano.
Un día fuí sincera conmigo misma y tome una acción verdadera, conocer realmente lo que estaba comprando, detenerme unos minutos a leer las etiquetas e indagar un poco más sobre los ingredientes y de donde provienen esas cosas que no entendemos, muchas colorantes, conservantes y demás amigos y familiares algunos provienen de petróleo, excremento de animales, químicos, etc., ¿Nos comeriamos una cucharada de pelo humano?.
Hoy por hoy cada vez prefiero lo natural, las frutas, las verduras, las legumbres, los cereales, y consumir menos productos procesados (no digo con esto que no los consumamos, simplemente intentar reducir el consumo y cambiar una cosa por otra).
¡Que la acción no nos lleve a la obsesión!
Lo más importante siempre es disfrutar de todos los procesos de cambio, sentirse lo más libre posible y no prisioneros de una obsesión, si un día nos comemos una galleta con 20 ingredientes de los cuales 5 no tenemos ni idea que son, no pasa nada, no nos vamos a morir por eso, el detalle esta cuando este tipo de consumos es un hábito.
No nos obsesionemos por comer ecológico, integral, 100% natural, simplemente busquemos tener un equilibrio en nuestra alimentación, en nuestro estilo de vida y buscar sentirnos en paz con nuestras acciones y emociones. No caigamos en actos dañinos por buscar ser más sanos, porque al final de nada sirve comer sano y tener una mente llena de miedos, frustraciones, obsesiones y demás tóxicos.
Este post quiero cerrarlo con una frase muy real de Alejandro Jodorowky:
Tenemos que dejar de pensar que Dios nos va a arreglar las cosas, y decir que si Dios construyó mal este universo, aquí estamos nosotros para rehacerlo. Si hay un Dios, estamos para ayudarlo. Así nos apoderamos del mundo y de nosotros mismos, haremos lo que queramos con plena consciencia y con plena responsabilidad. En este nivel de consciencia divina se encuentra el arte verdadero
Feliz día.
Fuente: este post proviene de La cocina sana de Pao, donde puedes consultar el contenido original.
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