Durante este evento, esta empresa deseaba que yo experimentara lo que ellos definen como la forma. ¿Qué debía hacer? Acceder a viajar, con un muy selecto grupo de personas a la sede del abierto; para convivir con entusiastas de la alta relojería y pasar muy agradables momentos en la tienda de hospitalidad de esta empresa en el hoyo 18 durante el evento.
Hasta aquí, todo era felicidad, hasta que recordé un pequeño detalle. Debía explicar a a mi familia que me ausentaría varios días, incluyendo sábado y domingo, para ir a ver un juego de golf en compañía de otros aficionados a la relojería! Su respuesta me sorprendió. Sabemos de tu pasión por los relojes y por esta marca. Es una gran distinción; aprovéchala.
Los detalles del viaje habrían sido como cualquier otro viaje de negocios – o placer – de no ser por la forma. A mi llegada, y durante toda esta experiencia, esperaba un nivel de calidad y debo confesar, elitismo; pues hablamos de probablemente el líder en relojería a nivel mundial. Comprobé, nuevamente, una primicia que llevo en todo momento: menos es más. Las tiendas de hospitalidad (técnicamente son tiendas de campañacon aire acondicionado, capacidad para 150 personas, cocina, chef, hostess, bar, sillas, televisiones, lounge.pero tiendas de campaña) de los mayores patrocinadores se encuentran en la misma zona, pero las formas son diferentes. Y mucho.
Mientras existe una competencia interminable entre ellas por ver quien da mas o exhibe mas; mi anfitrión suizo se esmeró en ver que mas podía hacer por sus invitados, no por desplegarse en el abierto.
Todo el personal, desde los choferes, hostess y equipo de trabajo, no portaban ningún promocional de la marca; sólo sus relojes. Al eliminar gorras, gafetes y distintivos, enfocándose en vestir los mismos colores y solo caracterizarse por usar un reloj del fabricante, confirmaron el verdadero concepto de la elegancia: la simplicidad.
Cuantas veces he visto en eventos que organizamos en diferentes países, una guerra interminable por demostrar posición u opulencia cuando los invitados más distinguidos siempre se han caracterizado por su sencillezen este lugar; lo confirmé. Me encontraba invitado por el mayor fabricante de relojería del planeta, compartiendo bocadillos con el mejor diseñador de campos de golf del globo (con mas de 150 campos en todos los continentes) y conversando con el mejor jugador de golf del mundo (según PGA) en un ambiente sin pretensiones ni posturas.
La forma no dejó ningún detalle a la casualidad. Desde la posición de servilletas de papel, la selección de alimentos y bebidas hasta la complexión y estatura de todo el staff y su trato, cordial pero respetuoso, a nosotros, sus invitados; estaban perfectamente cuidados; dentro un un ambiente de elegancia en el cual menos es más.
Esta primicia la veo reflejada en diferentes aspectos de la vida; las mejores copas de vino son sencillas, los mejores diseñadores de ropa no exhiben su marca en el exterior y los mejores platillos son presentados con sencillez. Al eliminar los excesos, el fabricante, diseñador ó chef nos obligan a enfocarnos en su producto y disfrutarlo sin perder el tiempo en eliminar el excedente que difícilmente aporta a la experiencia final.
Agradezco profundamente a mi fantástico anfitrión tan gentil invitación y una experiencia única; así como corroborar conmigo que la forma y el buen vivir no exigen opulencia; sino sencillez y un regreso a lo básico: menos es mas.
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