Últimamente y, en especial durante la primavera y el verano, suelo encontrarme con fotos de tartas muy limpias, muy blancas y simples, que se llevan toda la atención de quien las mira. [Sabíais que las Naked Cake son tendencia en bodas?] Ya veis que esta vez mi tarta por fuera es muy sencillita pero vistosa... y es que las Layer Cakes no siempre tienen que ser complicadas de decorar. Todo el mundo puede hacerlas! Y cuando digo todos, sois todos, aunque no hayáis cogido una manga pastelera en vuestra vida (de hecho, para una decoración rústica como la de hoy, no hace falta saber usarla!).
Uno de los aspectos que más impacta de esta Layer Cake de Limón y Fresa es, precisamente, su interior rojizo elaborado a partir de un curd de fresas frescas. Éste destaca notablemente sobretodo por su color y hace aún más interesante la tarta. A mi me parece que le aporta ese toque primaveral que todos buscamos ahora! Además, las fresas y el limón quedan deliciosos, juntos y separados.
En cuanto a la receta, el bizcocho de limón está basado en uno del libro Repostería, estilismo y fotografía de Linda Lomelino (aportando, como siempre, algunos cambios y variedades en cantidades). El interior de curd de fresa y la SMBC de limón han sido aportaciones mías.
LAYER CAKE DE LIMÓN Y FRESA
*Molde redondo 15cm diámetro. Cantidad para 8 personas.
INGREDIENTES para el bizcocho de limón:
150g mantequilla
320g azúcar
3 huevos L
Ralladura de 1 limón grande (4 cucharadas)
Zumo de 1 limón grande (100ml)
125ml yogur de limón
320g harina
4 cucharadas de maicena
2 cucharaditas de levadura en polvo
Una pizca de sal
PREPARACIÓN del bizcocho de limón:
Precalentamos el horno a 170º y engrasamos nuestro molde con spray desmoldante o, en su defecto, mantequilla.
Cortamos la mantequilla a cubos pequeños y la dejamos a temperatura ambiente hasta que adquiera una textura pomada (blanda pero sin estar derretida).
En un bol, aprovechamos para juntar y tamizar los ingredientes secos: harina, levadura, sal y maicena. Reservamos.
Rallamos y exprimimos el limón. Reservamos.
Empezamos a elaborar nuestro bizcocho: en el bol de nuestra batidora, colocamos el azúcar y la mantequilla pomada. Batimos, aumentando la velocidad progresivamente, hasta obtener una mezcla cremosa y de un tono más blanquecino.
Incorporamos la ralladura de limón y los huevos, uno a uno, a velocidad media. Cuando estén todos integrados, aumentamos la velocidad y batimos hasta que la mezcla doble su volumen y así la masa adquiera aire y esponjosidad.
Añadimos la mitad de la mezcla tamizada de harina, maicena, levadura y sal. Para no perder la esponjosidad aportada hasta el momento en el batido, es importante integrar estos ingredientes secos con ayuda de una espátula de mano o bien con la batidora a velocidad mínima. Sólo mezclaremos hasta que no queden grumos.
Ponemos ahora el yogur y el zumo de limón y seguimos mezclando suavemente.
Por último, incorporamos la otra mitad de harina, maicena, levadura y sal. Nos quedará un bizcocho muy aromático!
Vertemos la masa dentro del molde y metemos en el horno durante 70-90 minutos aproximadamente. A partir de los 45 minutos es interesante ir controlando la evolución de nuestro bizcocho para sacarlo en el momento justo que esté hecho y así ni se nos queme ni se quede crudo. Como siempre os digo, el truco más simple es pincharlo con un palillo y que éste salga limpio.
Dejamos enfriar encima de una rejilla. Desmoldamos y dejamos enfriar de nuevo por completo.
Cortamos nuestro bizcocho en 4 capas de la misma altura. A mi me gusta hacerlo el día anterior, de manera que envuelvo cada capa de bizcocho en papel film y lo dejo en la nevera toda la noche. Al día siguiente tiene más cuerpo y es mucho más fácil de manipular sin el peligro de que se rompa.
INGREDIENTES del relleno de curd de fresa:
150g fresas lavadas y troceadas
100g azúcar
80g mantequilla
4 yemas de huevo L
Colorante rojo
PREPARACIÓN y MONTAJE del relleno de curd de fresa:
Colocamos las fresas troceadas junto a 20g de azúcar en cazo a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva y las fresas suelten su jugo. Entonces, lo trituramos y colamos para eliminar los grumos y las pepitas de las fresas.
En otro cazo a fuego bajo, juntamos la mantequilla y el resto del azúcar (60g). Calentamos hasta que los dos ingredientes se disuelvan y se integren.
Sin quitar el cazo del fuego, añadimos el puré de fresas y las yemas de huevo. Es importante mantener el fuego bajo e ir removiendo con varillas para evitar que las yemas cuajen y se enganchen al fondo del cazo. Mantenemos en el fuego hasta que la preparación espese ligeramente.
Retiramos del fuego y ponemos un poco de colorante. Ésto es opcional ya que, sin él, nuestro curd tiene un tono marrón rosado. Removemos para que el colorante se expanda por todo el curd y metemos en un recipiente hermético.
Dejamos a temperatura ambiente hasta que se enfríe y luego pasamos a la nevera durante, al menos, toda la noche.
*Truco/Consejo: el curd de fresa se mantiene en perfecto estado si se conserva en la nevera dentro de un frasco hermético. A mi me sobró un poco de curs y lo he tenido más de una semana y no se ha alterado ni el sabor, ni la textura ni el color. Perfecto!
Al día siguiente, retiramos el film de los bizcochos y los rellenamos con nuestro curd de fresa, a ser posible, a partes iguales, es decir, intentando que tengan todos los pisos la misma cantidad de relleno.
Cuando esté toda montada, metemos en la nevera antes de cubrir por fuera.
INGREDIENTES para la cobertura de SMBC de limón:
250g mantequilla
4 claras de huevo L
180g azúcar
Ralladura de 1/2 limón grande o 1 limón mediano
PREPARACIÓN y MONTAJE de la cobertura de SMBC de limón:
Rallamos el limón. Reservamos.
Dejamos la mantequilla a temperatura ambiente para que adquiera una textura pomada antes de usarla (depende del calor de vuestro hogar pero yo suelo dejarla unos 20 minutos).
Empezamos elaborando el merengue: en un cazo al baño María, juntamos el azúcar y las claras de huevo. Con ayuda de un termómetro de cocina vamos controlando la temperatura y retiramos del fuego justo cuando alcance los 65º.
*Truco/Consejo: en el caso de que no tengáis termómetro de cocina, podéis controlarlo con la yema de vuestros dedos. Os ponéis un poco de la mezcla en la punta de un dedo y, realizando círculos pequeños con otro dedo, comprobáis que no queden grumos de azúcar.
*Truco/Consejo: para los que sí tenéis termómetro de cocina, os aconsejo que prestéis atención en cómo colocarlo en el cazo. Debe quedar ligeramente sumergido pero sin tocar la base del cazo o puede calcular una temperatura errónea.
De inmediato, vertemos la mezcla dentro de nuestro robot y montamos con ayuda de las varillas. Primero a velocidad media y, poco a poco, aumentando. Debemos conseguir un merengue blanco, brillante y con consistencia.
Batimos nuestro merengue a velocidad alta hasta que desprenda todo su calor. Entonces, incorporamos la mantequilla pomada a dados, de uno en uno, a velocidad media. Parecerá que la crema se corta al principio pero a medida que la mantequilla se integra y se crema con el merengue, todo toma consistencia.
*Truco/Consejo: es importante que el merengue no esté caliente cuando incorporamos la mantequilla o ésta se deshará y deberemos emplear más tiempo en recuperar nuestra crema cortada (si es que lo conseguimos). Con las manos, sin dejar de batir el merengue, podéis tocar el bol por fuera y seguir batiendo hasta que no notéis nada de calor. Como mínimo unos 10 minutos o más.
*Truco/Consejo: si se corta la crema, os aconsejo meterla en la nevera durante al menos 30 minutos. Pasado este tiempo, la volvéis a batir en frío y (si no pasa nada raro) adquirirá una consistencia cremosa y con cuerpo!
Por último, añadimos la ralladura de limón y integramos en la crema con una espátula de mano, realizando movimientos envolventes.
Ahora, acabamos de montar la tarta con nuestra SMBC de limón. Colocamos una primera capa de crema ("capa sujetamigas") alrededor de toda la tarta con ayuda de una espátula codada. Alisamos y metemos en la nevera unos 20 minutos.
Colocamos una segunda capa de crema alrededor de nuestra tarta, ésta vez más gruesa, es decir, poniendo más crema por todo el contorno y la superfície. Extendemos bien con la espátula y acabamos de alisar con la pala, dejando marcada la presencia del bizcocho entre la crema.
*Truco/Consejo: si queréis cubrir toda la tarta por completo, debéis ir realizando capas de crema con intervalos de 20 minutos de refrigeración hasta que esté a vuestro gusto. Si queréis aportarle ese toque más rústico, como en mi tarta, con solo dos capas deberíais tener suficiente.
Aprovechemos ahora que el tiempo aún nos da un poco de tregua para encender nuestros hornos y preparar riquísimas recetas con productos de temporada, como mi post de hoy. Además, seguro que os habéis dado cuenta pero no se desperdicia nada de nada (las claras sobrantes del relleno están en el SMBC, porque todo se come!).
Estoy deseando que os paséis por aquí a ver la receta, dejarme vuestras impresiones y que os animéis a hacerla en casa y compartirla con todos!
Besoooootes,
Ainhoa.
Fuente: este post proviene de COOKCAKES de Ainhoa, donde puedes consultar el contenido original.
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