Hoy os traigo un plato riquísimo que ha sido un descubrimiento al azar, producto de la recopilación de lo que había perdido por el frigo.
Es un plato raro pero está buenísimo, os garantizo que cuando lo probéis lo pondréis en vuestro libro de recetas y lo haréis en vuestras reuniones de días especiales.
Ingredientes.-
150 grs de setas
Un calabacín grande
Una cebolla grande
Cuatro huevos
Ocho filetes de salmón ahumado
Sal
Pimienta
Ajo en polvo
Preparación.-
Picamos la cebolla de manera muy pequeñita.
Pelamos el calabacín y hacemos los "lingüini", pasamos el pelador a través del calabacín hasta llegar a las pepitas, irán saliendo lascas largas y muy finitas de calabacín.
En una sartén pondremos dos cucharadas de aceite de oliva a calentar, cuando esté caliente añadiremos la cebolla y sofreímos hasta que esté transparente.
Picamos las setas mientras se sofríe la cebolla y las añadimos a continuación. Seguimos sofriendo hasta que empiecen a coger un bonito color dorado.
Cuando ya esté un poco dorado añadimos los lingüini y un poco de ajo en polvo y damos vuelta con cuidado para que se vayan haciendo, hay que tener cuidado porque cuando ya empiecen a estar cocinados se pueden romper.
Cuando ya estén hechos, rectificamos de sal y pimienta.
En un cazo pondremos abundante agua a calentar y añadiremos un chorrito de vinagre.
En un cuenco, cubrimos con papel film y dejamos caer unas cuantas gotas de aceite sobre el papel.
Untamos el papel con el aceite y cascamos un huevo, en el papel pondremos el huevo crudo.
Cerramos con cuidado el papel film sobre sus puntas y después damos unas vueltas para cerrar la bolsita que hemos hecho, cercioraros que cerráis bien la bolsita porque si no, se saldrá.
Cuando el agua eche a hervir, metemos las bolsitas con los huevos y dejamos cocer durante cuatro minutos.
Cuando hayan pasado los cuatro minutos, cortamos la cocción y pondremos las bolsitas en agua fría.
Vamos a montar el plato.
Ponemos en el plato una ración de lingüini de calabacín con setas y cebolla en el fondo, haciendo una montañita.
Alrededor de la montañita, pondremos lascas de salmón ahumado.
Arriba pondremos el huevo poché y justo para servir, cortamos el huevo con el fin de que la yema se esparza por los lingüini.
Bueno, aquí tenéis una creación nueva en casa.
Servir y comer caliente.
A disfrutar.
Fuente: este post proviene de Cocinando para cien mil vikingos, ¿Qué hago de comer hoy?, donde puedes consultar el contenido original.
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