¡Este mes nos vamos hasta Filipinas con Cocinas del mundo! Gracias a este reto descubrí también la cocina coreana hace un par de años y desde entonces la disfrutamos con frecuencia en casa. Disfruto mucho la gastronomía asiática, así que me emocioné en cuanto leí cuál era el destino que nos tocaba esta vez.
Filipinas me parece fascinante porque combina tradición asiática e influencia colonial española, lo que da lugar a un mundo curiosísimo que se refleja en su idioma, sus costumbres y, por supuesto, sus platos. Por ejemplo, la palabra para "desayuno" en Filipinas es "almusal", que guarda un parecido considerable con el verbo español "almorzar" (que a su vez es de origen árabe).
Hoy os traigo precisamente un silog, que es uno de los desayunos filipinos más populares. Es una forma de reciclar el arroz sobrante de la cena. Se trata de un plato combinado que incluye arroz salteado con ajo (llamado sinangag; preparación heredada de la época colonial también), huevos fritos (allí normalmente de pato y alguna vez como revuelto), a veces mango, cebolla y tomate, y siempre alguna proteína. La proteína elegida le da el nombre al plato. Tenemos, entre otros:
Longsilog: "longanissa", tipo de longaniza de cerdo dulzona muy típica y sin piel. Mi elección para hoy. También existe la "longanissa" de ternera o de pollo, incluso de atún, pero la más típica es de cerdo. No se parece a ninguna longaniza ni salchicha española EN NADA; es un sabor dulzón muy rico. Otros son:
Hotsilog: salchicha (Por "hot dog"; perrito caliente en inglés).
Tapsilog: tapa (carne de vaca cortada en pedacitos).
Tocilog: tocino.
Porksilog: cerdo.
Chicksilog: pollo.La alegría de tener que cocinar un plato de Filipinas es doble, porque hace tiempo solía comprar bastante estas longanizas y por algún motivo, me había olvidado de ellas. Pero en cuanto leí que viajábamos a Filipinas, las recordé y fui a buscarlas al mercado asiático de mi ciudad :) ¡Así que gracias a Concha por recordármelas!
Desayuno para dos:
4-6 longanizas filipinas, según el tamaño
2 huevos
2-4 rodajas de tomate o tomates cherry en mitades
1 mango maduro
Opcional: un par de rodajas de pepinoPara el arroz al ajo, sinangag:
Arroz hervido del día anterior, tipo jazmín; de grano largo (100 g en seco; unos 300 g cocido)
3 dientes de ajo
2 cucharadas de aceite vegetal
Sal
Opcional, para decorar: Cebollino o cebolleta
La preparación:
1. Pinchamos las longanizas varias veces con un tenedor. Las echamos a una sartén y añadimos una cucharada de aceite y agua caliente que cubra aproximadamente 1 cm de alto de la sartén. Las llevamos a ebullición y dejamos que se cocinen hasta que se evapore todo el agua; unos 8-10 minutos.
2. Después bajamos el fuego y dejamos que las salchichas se frían en la grasa que sueltan durante 2-3 minutos, hasta que estén listas. Si hace falta (yo creo que no), añadimos 1 cuacharadita de aceite. Las movemos de vez en cuando para que se cocinen uniformemente.
3. Mientras tanto, preparamos el arroz. Como explicaba, tienen que ser sobras o simplemente estar hervido de antes, de forma que se haya enfriado. Yo lo dejé hecho la noche anterior. Con un tenedor separamos un poco los granos de arroz en frío para deshacernos de los tropezones grandes que se hayan podido formar.
4. Calentamos una cucharada de aceite a fuego medio-lento y cocinamos el ajo picadito en tiras durante unos 7-10 minutos, hasta que esté dorado. Después lo sacamos, lo ponemos sobre papel absorbente y reservamos; al enfriarse se pondrá crujiente.
5. En un wok o una sartén honda calentamos 2 cucharadas de aceite a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente, añadimos el arroz y lo extendemos por la base; lo dejamos cocinar hasta que los granos empiecen a chisporrotear, menos de 1 minuto. Removemos y lo volvemos a hacer. Así hasta que todo el arroz se haya recalentado.
6. Entonces reincorporamos los trocitos de ajo y salpimentamos al gusto.
7. Los huevos fritos no llevan mucho tiempo; se rompe la cáscara con cuidado, se echan a la sartén también con cuidado sobre un poco de aceite caliente y se dejan freír hasta el punto al que nos gusten.
8. Y ya está listo todo el proceso de cocinar. Ya solo queda armar el plato; servimos el arroz a cucharadas o en molde, las salchichas a un lado, el huevo a otro, y podemos servir también un par de rodajas de tomate y un par de aros de cebolla o un par de cebolletas picadas sobre el arroz. Y si lo queremos más completo todavía, podemos añadir mango fresco. ¡Y listo!
Presentar el mango con la técnica erizo que yo he utilizado es muy fácil; se cortan los dos cachetes laterales del mango y se reserva la parte del hueso para otro momento; se hacen cortes profundos a lo largo y ancho, pero sin llegar a cortar la piel del mango; y se estira de la piel hacia abajo para que se abra como en la foto.
Eso sí, yo soy incapaz de comer huevo para desayunar. Mira que aquí en Dinamarca es común, pero yo no puedo. Así que en honor a la verdad, lo serví para almorzar. Y seguro que no será la última vez, porque nos ha gustado mucho el invento.
Si como a mí, os interesa el tema, os recomiendo este artículo sobre la comida en Filipinas. Mi receta del arroz es de una auténtica filipina y el resto está inspirado en artículos varios, sobre todo este.
¡Buen provecho!
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Bergua*