Así hemos estado por aquí los últimos días, hasta arriba de preparativos, emoción y diversión, pero es que la princesa de la casa, también conocida como súper Celia, tenía una misión que cumplir por su cumple: llevar el almuerzo para compartirlo con TODOS sus compis de clase. ¿El menú? Magdalenas con toppings multicolor y galletas de Lacasitos. Otra receta dulce para nuestra "sección cocinillas", ¿os apuntáis?
Elaboración & Fotos @ Deco López García
Lo de poner arriba ese TODOS con mayúsculas no es casualidad. Mi niña me lo repitió mil y una veces: "mamá, tiene que ser para todos, pero para todos, todos, ¿eh?". Su insistencia tampoco era casualidad, entre sus compañeros de clase hay un niño con intolerancia al gluten, y aunque ella no sabía ponerle nombre, lo que sí sabía es que, a veces, Christian no puede comer lo mismo que los demás, y ella quería que en su cumple - que como todo el mundo sabe es una ocasión súper especial - su compi comiera lo mismo que tod@s. Y como cuando se cumplen 7 añazos hay que cumplir también los deseos de la cumpleañera... la mamá aquí presente se puso manos a la obra - o mejor, manos a la masa - con ingredientes que no contienen gluten para que todos puedan disfrutar del festín.
Los ingredientes - sin gluten - para la masa de 24 unidades son:
- 3 huevos
- 300 gr de harina de maíz
- 250 gr de azúcar
- 250 ml de aceite de girasol
- 125 ml de leche entera
- 1 sobre de levadura Royal
- una pizca de sal
- ralladura de naranja
Para el adorno de nuestras magdalenas sin gluten necesitaremos:
- toppings variados
- azúcar glas
- agua
Y ahora, con todos los ingredientes listos, vamos con el paso a paso:
Para empezar, separamos las claras de las yemas. A continuación, añadimos una pizca de sal a las claras y las montamos a punto de nieve. Yo lo hice con un robot de cocina, pero si no tenéis, podéis montarla con las varillas, es más trabajoso, pero igual de eficaz :) Cuando están montadas, las reservamos. Después, en un bol, ponemos las yemas junto con el azúcar y empezamos a batir.
Cuando las yemas y el azúcar están bien mezcladas, vamos añadiendo el resto de los ingredientes: el aceite, la leche, la ralladura de la naranja y, por último, la harina. Lo vamos haciendo poco a poco y sin dejar de batir hasta que la mezcla tenga una textura homogénea. Entonces, con movimientos suaves y envolventes, añadiremos las claras a punto de nieve que teníamos reservadas, ayudándonos de una lengua o similar. ¡Importante! No uséis ni la batidora ni el robot para este paso, si lo hacéis la mezcla perderá aire y las magdalenas no quedarán esponjosas. En este caso, mejor a mano ;)
Yo, como con el trabajo y demás tengo poco tiempo, suelo hacer la masa de víspera y la dejo reposar en la nevera hasta el día siguiente, pero este paso no es estrictamente necesario, si os viene mejor, podéis utilizar la masa inmediatamente. En cualquier caso, con la masa lista, precalentamos el horno a 180ºC mientras que vamos vertiendo la masa en los moldes. Hay que tener en cuenta que las magdalenas tienen que subir en el horno, por eso hay que llenar los moldes sólo hasta la mitad. Si alguna de vuestras magdalenas va a llevar "perlitas" de chocolate, se las echamos también antes de meter en el horno. Después, con mucho cuidado introducimos las bandejas en el horno y las dejamos entre 10 y 15 minutos. Ya sabéis que cada horno es diferente, así que nos vamos fijando y las sacamos cuando veamos que están doraditas.
Mientras las magdalenas se van cociendo, aprovechamos para preparar nuestra selección de toppings sin gluten: perlitas y fideos de chocolate, azúcares de colores... vosotr@s elegís qué os gusta más. En nuestro caso, como las magdalenas eran para toda la clase, pero la del cumple era una princesita, pues aunque hubo chocolate negro y de colorines, los rosas y morados ganaron por goleada ;)
Cuando las magdalenas ya han salido del horno tenemos que esperar un poco a que templen antes de poder adornarlas. Mientras tanto, preparamos una mezcla de azúcar glas con unas gotas de agua que utilizaremos como "pegamento" para nuestra decoración. Con la ayuda de un pincel, pintamos la parte superior de las magdalenas con este "pegamento" y bañamos con los toppings. Este fue sin duda el momentazo de la receta, mis dos pequeños ayudantes decidieron que iban a utilizar - literalemente - ¡todos los toppings! La que se lió en la cocina no fue pequeña, pero un día es un día, ¿verdad?
Y así quedaron nuestras magdalenas sin gluten. En palabras de mi niña "nos han quedado bonitísimas, mamá". Bonitas o no, la verdad es que a los niños les encantaron y todos pudieron comer al menos un trocito porque - soy un desastre, lo sé... - las hice comestibles para todos, pero no calculé su éxito. Porque, digo yo... ¿desde cuándo los niños acaban la tarta en un cumpleaños? En mi cabeza con 24 unidades de cada habría suficiente para todos, pero no conté con que iban a triunfar tanto que todos los niños iban a querer una de cada, y en clase son unos 26 o 27 peques, y yo había preparado 24 y 24... ¡lo apuntaré en mi calendario perpetuo de cumples para la próxima!
Prometo hacer más para el próximo cumpleaños de la princesa Celia,
que si los 7 años son importantes, me han contado que los 8... ¡¡son la pera!!
Y prometo también contaros la receta de las galletas de Lacasitos, pero eso... será otro día ;)
¡¡FELIZ FIN DE SEMANA!!
Fuente: este post proviene de López García Decoración, donde puedes consultar el contenido original.
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