En plena temporada de fresas no podía dejar la oportunidad de preparar una buena mermelada de fresas... Y como los kiwis me encantan y nunca fallan en casa... ¡Pues fueron a la cacerola también! La verdad es que la combinación es fantástica. No adquiera mucha acidez propia del kiwi, pero claro, la fresa es muy dulce y el azúcar contrasta esa acidez. Sin embargo, esta fruta le da un tono de rojo maravilloso que me encanta.
Hacía mucho que no me planteaba hacer mermelada. He ido recopilando botes y botes pero no me animaba a hacerla. ¡Y mira que es sencilla! Pero vi unas fresas fantásticas en el super y me dije: "¡Esta es la mía!". Así que me traje unas cuantas cajas a casa y me preparé está increíble mermelada. Os animo a que probéis a hacerla en casa porque merece la pena. Yo ya estoy pensando de qué voy a hacer la siguiente... Pensaré y pronto lo sabréis.
Además, estoy contento con las fotos. Creo que han quedado genial Después de unos días de poca inspiración, me enfrentaba a una mermelada, que no es uno de los alimentos más fotografiables... por lo menos a mí me lo parece... Porque no os creáis que todas las fotos son fáciles de hacer. Hay productos como la pasta, las ensaladas o la mermelada que no me gusta nada fotografiarlos... ¡Pero hay que hacerlo! ¡Y me encanta como me han quedado! Sí. Tengo abuela. Pero hace mucho que no le veo.
Mermelada de fresa y kiwi
Dificultad: Fácil
Etiqueta: Aperitivo Dulce
700 gr de fresas
Dos kiwis
350 gr de azúcar
Un vaso de agua
3-4 gr de pectina de manzana
- Lavamos bien las fresas y las cortamos en trozos más o menos del mismo tamaño. ¡No tienen que ser enanos, cada una en cuatro, más o menos.
- Pelamos los kiwis y los cortamos en pedazos más o menos del mismo tamaño que las fresas.
- En una cacerola amplia añadimos las fresas, los kiwis y el agua. Calentamos a fuego medio.
- Cuando empiece a hervir contamos 40 minutos. Vamos revolviendo de vez en cuando, cada diez minutos.
- Añadimos el azúcar y la pectina de manzana y revolvemos de forma constante durante unos 10 minutos.
- Ya tenemos nuestra mermelada lista. La distribuimos en los botes que tengamos preparados para ella (hay que esterilizarlos bien, mirad en "Trucos y consejos" cómo hacerlo). Tened en cuenta que la mermelada espesa conforme se va enfriando.
- Cerramos bien los botes y los colocamos boca abajo sobre un paño durante toda la noche.
- Pasadas unas 24h y cuando ya se haya enfriado nuestra mermelada por completo, guardamos los botes en un lugar fresco, alejado de la luz solar.
- Servimos en frío, en tostadas, para desayunar, en tartas... ¡Lo que os apetezca!
¡A disfrutar!
- Para saber cómo esterilizar los botes, visita la receta que preparé en Megasilvita.- La Pectina la puedes encontrar en la tienda de Megasilvita. No es obligatorio su uso, pero ayudará a que la mermelada espese un poco más, a que tenga mayor brillo y no añade sabor.
- Para decorar los botes puedes seguir este mini tutorial que preparé.
Fuente: este post proviene de Jaleo en la Cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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