En primer lugar, y si me lo permitís, tengo que dar las gracias a mi amiga Ana que ha sido la que me ha enseñado e iniciado en este mundo de nigiri, makis y califonias.... Gracias neni. Tuve la suerte que viniera a casa a enseñarme cómo hacerlo "a domicilio" y te lo agradezco enormemente.
Así que, aquí os traigo el resultado, la verdad que pensaba que sería mucho más complicado pero la verdad es que ha resultado ser sorprendentemente fácil.
También he de deciros, para no mentir, que este nigiri y los posteriores "sushis" que os enseñaré en los próximos viernes, están hechos con un kit para sushi, más adelante, os enseñaré a hacer el arroz para sushi casero, pero para empezar creo que es lo más conveniente y lo mejor.
¿Comenzamos?
Ingredientes.-
Una bolsa de arroz para sushi
Un sobre de sushizu ( es una mezcla de vinagre de arroz, azúcar y sal)(Ya viene en el kit)
Salmón crudo (lo correcto es crudo, como iba a comer mi hijo, éste es ahumado)
Preparación.-
En primer lugar unas cuantas aclaraciones, como os he comentado antes, éste arroz es de un kit para sushi, por lo tanto no se hace igual que el casero, el casero lo tendréis a vuestra disposición proximamente en el blog. En segundo lugar, debo disculparme ante los puristas, pero el salmón es ahumado y por tercer lugar, decir que esta preparación, admite otros pescados crudos aparte del salmón, como son el atún y los langostinos, aunque en casa nos quedamos con los de salmón principalmente.
Aclarado esto, empezamos.
En una olla ponemos el agua a hervir, cuando dé el primer hervor, introducimos la bolsita con el arroz que viene en el kit, es una bolsita agujereada, no os preocupéis, está bien.
Dejamos cocer por 20 minutos.
Mientras cuece el arroz, iremos cortando láminas de salmón y reservamos.
A continuación, estiramos el arroz en una bandeja y procuramos que quede una capa finita de arroz extendido.
Añadimos por encima el sushizu y damos unas vueltas para que se mezcle bien y todo el arroz tenga sabor.
Extendemos de nuevo y comenzamos el famoso paso del abanico. Airearemos el arroz dando aire con el abanico para bajar su temperatura hasta una temperatura ambiente.
Cuando tengamos el arroz a temperatura ambiente, ya podemos trabajar con él.
Debo explicar que cuando vayamos a tomar las porciones de arroz, las manos han de estar húmedas por lo que habrá que ir mojándolas a menudo.
Cogemos pequeñas porciones de arroz y la vamos prensando con suavidad hasta obtener una especie de "croquetilla" de arroz.
La ponemos sobre un plato y añadimos la lámina de salmón por encima. (Las fotos son un poco de aquella manera, prometo poner unas más buenas en cuanto haga de nuevo, pero para ser la primera vez no están del todo mal)
Listas para servir.
A disfrutar.
Fuente: este post proviene de Cocinando para cien mil vikingos, ¿Qué hago de comer hoy?, donde puedes consultar el contenido original.
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