Ya había hecho antes esta delicia pero con limón y pensé…. por qué no hacerlo de naranja! Me hice un buen vaso de zumo para coger energía y ponerme a ello.
La verdad que es muy sencillo y queda muy resultón, quizá me animo y lo hago con más frutas a ver que sale… Necesitamos muy pocos ingredientes y fáciles de adquirir.
Ingredientes:
Base.
250 g de galletas
70 g de mantequilla
2 cucharadas de azúcar blanco
Relleno.
400 g de leche condensada
120 ml de zumo de naranja
1 cucharada de ralladura de naranja
4 yemas de huevo
Lo primero y como siempre calentaremos el horno a 180º con calor arriba y abajo.
Trituramos las galletas y mezclamos con el azúcar y la mantequilla derretida, lo ponemos bien prensado en nuestro molde, por la base y también en las paredes.
Mientras que vamos a preparar la masa ponemos la base en la nevera.
En un bol batimos con las varillas las yemas hasta que blanqueen, aumenten su tamaño considerablemente y queden esponjositas.
Sin dejar de batir añadimos la leche condensada(cosa que me costó bastante, batir, añadir la leche condensada y hacer la foto…).
Después echamos el zumo de naranja y la ralladura hasta conseguir una mezcla homogénea.
Vertemos la masa en el molde y lo horneamos durante 45 minutos, echarle un ojo! Como siempre digo cada horno es un mundo!
Para ver que está cuajado podéis menear un poco el molde, si veis que no se mueve (como un flan) es que está perfecto, si no, dejarlo un poquito más.
Lo sacaremos el horno y dejaremos enfriar completamente y después meteremos en la nevera(mínimo 4 horas).
Para la decoración yo he usado nata (crema de leche) vegetal pero podéis usar merengue suizo o simplemente tal cual está.
Os va a encantar!