¿Pan o bollo? He aquí la cuestión. Por su tamaño parece un pan, pero todo cambia al presionar su superficie y ver que su corteza es casi tan esponjosa como su miga interior. ¡Dejémoslo en pan!
Eso sí, un pan dulce, pero no en exceso, porque lleva miel entre sus ingredientes. Que también sabe a canela, ya que ésta se encarga de darle sabor. Y el aroma que impregna la casa, mientras se hornea, es el mismo de cuando se están cocinando torrijas, con la salvedad de que este pan yo lo hice en la panificadora, es decir, sólo puse los ingredientes dentro de la cubeta y activé la máquina. Se ensucia muy poco, por no decir nada.
Este pan se presta para tomarlo tal cual, en tostadas con un chorrito de miel o de aceite, o como pan de molde en sádwiches con embutido, queso, o vegetales. Si lo aguantáis dos días, dejando que la miga se compacte más, podréis utilizarlo para torrijas.
Si me descuido ni tiempo me da a presentar el pan en sociedad, es decir, a vosotros. Y es que eso de ponerse a hacer las fotos a la hora de la merienda, con ese olor a "panadería" por toda la casa,... ¡Había que hacerle los honores, y eso hicimos!
Si no disponéis de panificadora, podréis hacerlo en el horno. A continuación os cuento cómo.
Otras veces os he hablado ya de la miel de Luna de miel y de las muchas variedades que podéis encontrar en su web. Esta miel con canela, sin duda, es especial por su sabor. Además de irle genial a recetas dulces, le da un toque estupendo a ese yogur que tomamos en el postre o a esa tostada de por la mañana. ¡Ah, e incluso al café de después de comer! Me estoy haciendo aficionada a ponerle un chorrito de esta miel y el café sabe muy rico con ella.
Volviendo al pan... ¡Preparaos para disfrutar de una masa que crece y crece! De ahí que la miga resulte al final tan esponjosa.
- 250 gr. de harina de fuerza- 250 gr. de harina de todo uso
- 150 ml. de leche
- 100 ml. de agua
- 40 ml. de zumo de naranja natural
- 100 gr. de mantequilla
- 80 gr. de miel con canela de Luna de miel ( o, en su defecto, miel sin más)
- 10 gr. de canela en polvo
- 10 gr. de sal
- 3 gr de levadura seca de panadería (no la confundáis con la levadura royal, que en realidad es impulsor químico, y se utiliza para bizcochos)
En la panificadora:
Como en todas las recetas donde utilizamos la panificadora, en primer lugar pondremos los ingredientes líquidos y después los sólidos. En este caso, vamos a utilizar un programa que combina amasados, levados y horneados, así que necesitaremos tener las palas puestas en la cubeta.
Siguiendo el orden correcto de ingredientes, primero incorporaremos el agua, la leche, el zumo, la miel y la mantequilla, previamente derretida durante unos segundos en el microondas.
Continuaremos con los sólidos: la sal, la canela, los dos tipos de harina y la levadura seca.
Activaremos el programa de pan de molde de nuestra panificadora ( dependiendo del modelo, será un número diferente de programa, así que es conveniente que busquéis cuál es en la vuestra) y no tendremos que volver a ocuparnos de ella hasta que el pan esté horneado y la panificadora nos avise de que ha terminado su trabajo.
Apagaremos la panificadora, extraeremos la cubeta con cuidado de no quemarnos y lo desmoldaremos. Dejaremos que el pan se enfríe completamente sobre una rejilla.
¡Así de fácil! Por algo os decía que se ensucia muy poco de esta forma.
En el horno:
En este caso da un poco igual el orden de los ingredientes. En un bol, pondremos todos los ingredientes y lo amasaremos durante 10 minutos aproximadamente, hasta conseguir una masa uniforme, algo pegajosa.
Verteremos la masa sobre otro bol, previamente enharinado, la cubriremos con un paño limpio, y dejaremos que leve hasta doblar su volumen.
La desgasificaremos y, con las manos engrasadas, la llevaremos hasta el molde donde queramos hornearlo. En este caso, la forma ideal se la daría un molde alargado, tipo los de pan de molde. Pero si queréis hacerlo en uno redondo, o con otra forma, también se puede.
Dentro del molde dejaremos que vuelva a levar, incluso algo más del doble.
Después hornearemos en el horno unos 20 minutos a 180 ºC.
Antes de desmoldarlo, dejaremos que se temple sobre una rejilla. Y, una vez desmoldado, lo pondremos de nuevo en la rejilla hasta que se enfríe completamente.
Puede que te gusten éstas otras recetas, en las que también he utilizado la panificadora ya sea para amasar o para preparar la receta al completo:
- Brioche de jamón de york y queso
- Brioche de lomo y queso azul
- Colines de pan
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