Absolutamente “must have” en el recetario de cada gourmet que se precie:). Sabores de otoño y de invierno, una mezcla muy acertada, textura melosa con trocitos de avellanas y con aroma a miel…. Un glaseado de cítricos que añade una nota de acidez y casa muy bien con la miel. Sienta de maravilla una tarde de lluvia o para compartir una merienda con amigos, niños, abuelos….etc.
Por supuesto que viene de mi libro de recetas favorito “Les gateaux de mamie” :)
Os invito a que lo conozcáis;)
Ingredientes:
40 g de harina
45 g de avellanas trituradas no muy finamente
80 g de azúcar
50 g de miel
80 g de mantequilla + un poco para untar el molde
3 huevos
una pizca de sal
50 g de azúcar glace
unas gotas de zumo de limón
Separamos las yemas de las claras y montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. En otro bol mezclamos las yemas con las avellanas, la harina y el azúcar.
Calentamos la miel con la mantequilla a fuego lento hasta que se deshagan por completo. Retiramos del fuego y añadimos al bol de las yemas. Removemos todo bien y después añadimos las claras montadas. Mezclamos con cuidado para que las claras no bajen. Ya tenemos la masa.
Precalentamos el horno a 180ºC. Untamos un molde de 22 cm con un poco de mantequilla y lo llenamos con la masa. Será un poco líquida, pero debe ser así. Horneamos alrededor de 20-25 minutos. En mi horno en 20 minutos estaba listo.
Sacamos, enfriamos, desmoldamos. Preparamos la glasa: mezclamos el azúcar glace con zumo de limón (añadimos poco a poco el zumo hasta que tengamos una glasa de consistencia medio líquida, como para poder esparcir por encima del pastel sin que se derrame demasiado). La glasa se secará en un rato y entonces podremos disfrutar de esta delicia…..
Fuente: este post proviene de Blog de Cuisinier, donde puedes consultar el contenido original.
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