Hoy nos vemos de nuevo para el reto Una galleta, un cuento del mes de Abril, que en esta ocasión tiene por tema Las doce princesas bailarinas elegido por Blanca del blog Tu ves y yo hago. Recuerden que para ver todas las propuestas de las compañeras pueden hacerlo en el blog Pattys Cake al dar click en la siguiente imagen.
Resulta que Daisy había logrado el papel de una de las princesas bailarinas para el teatro comunitario del pueblo (que no es poca cosa, está muy reñido, hay mucho talento), era un papel pequeño, pero la tenía nerviosa y muy emocionada, sobretodo al tener que enfrentarse a la dificultad de tener el pie plano a diferencia de sus compañeras plásticas que son todo puntas, pero ella se esforzaba por mantener la calma, mientras yo trataba de completar su atuendo de estrella.
Le compré una coronita que perdí de inmediato, y por poco no la encuentro, hasta el último momento. Cortando los extremos de un globo verde le hice la parte superior del vestido, y con una tira de tul ceñida a la cintura la falda. Puse un listón verde alrededor de la cintura para completar. Y el peinado, un recogido sencillo, que logramos entre las dos porque ninguna sabe peinarse fuera de una coleta malhecha.
Y así, la pequeña Daisy estaba lista para brillar en la obra de teatro, interpretando el papel de una de las doce princesas y para celebrar este pequeño éxito, le hice un pastel bailarina. Por cierto, es un cuento de los hermanos Grimm, en el cual 12 princesas hermanas se escapan de noche a bailar y sus zapatos por la mañana quedan desgastados y hasta rotos, siendo que su padre todos los días, les compra zapatos nuevos. En su desesperación por saber cómo las chicas logran escaparse, ofrece la mano de cualquiera de sus hijas a quien logre revelar el misterio, dándole un margen de 3 noches para averiguarlo, casarse y ser felices por siempre o morir en el intento.
1 taza de azúcar
2 huevos
1/2 taza de aceite
Sobre de maicena sabor nuez de 47 gramos
1 taza y media de harina
1 cucharada de royal
1 pizca de sal
1/2 taza de leche
1 cucharada de vainilla
1/2 cucharadita de nuez mascabada en polvo
Nueces picadas muy finamente.
Mezclamos todos los ingredientes uno a uno sin batir en exceso, colocamos en un molde previamente engrasado y enharinado y horneamos a 180° durante cuarenta y cinco minutos aproximadamente, depende de qué tan veloz y eficaz sea su horno, porque en estas cuestiones cambia de uno al otro no sé por qué. Una vez frío, lo embetune, para lo cual usé:
Un paquete de queso crema de 190 gramos.
1 taza de azúcar glass.
1 cucharadita de canela en polvo y media cucharadita de esencia de canela.
También añadí una cucharada de ron.
Mezclé bien los ingredientes y coloqué encima, adorne con unas flores, que en el tallo tenían papel aluminio para que no tocarán el pastel directamente. Sobre de él, puse unas bailarinas de porcelana que son de mi mamá y que le compró mi abuelo hace más de 30 años, algo vintage, jaja.
El pastel le ha encantado a Daisy y todos los comensales, aunque no creo que ella siga bailando, al menos hasta saber si el siguiente cuento también involucra zapatillas de ballet.
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