Y es que las patatas siempre es un buen acompañamiento para cualquier plato y más si se hacen al horno. En las últimas celebraciones las hemos comido al estilo Hasselback acompañando al pato o pavo y creo que me he vuelto adicta a ellas.
Las Patatas Hasselback fueron creadas en 1953 por un estudiante de cocinero en el Restaurante Hasselbacken en Estocolmo.
Lo más característico de estas patatas es que se cortan en forma de acordeón que ayuda a que el aliño pueda impregnar toda la patata dándoles más sabor al hornearlas.
Originariamente, una vez cortadas se colocaban en su parte superior mantequilla, pan rallado y almendras. Hoy en día hay muchas variantes como la que hoy vamos a hacer.
Los ingredientes que necesitamos son:
7 patatas medianas
8 dientes de ajo medianos
1/2 cucharadita de orégano seco
1/2 guindilla o cayena (Opcional)
aceite de oliva virgen extra
sal
pimienta
Las mejores patatas para esta receta son las patatas para asar, todas de tamaño similar para que a la hora de hornearlas se hagan por igual.
La sal si es en escamas mejor. Y la pimienta recién molida da más sabor y olor al plato. Ya sabéis que tengo un molinillo con sal en escamas y pimientas de varios tipos que es el que uso para todo.
Preparación:
Lavamos bien las patatas. Yo tengo un pequeño cepillo con las que suelo lavarlas. Las secamos muy bien con papel de cocina.
Colocamos una patata sobre la tabla de cortar entre dos palillos de madera para que a la hora de cortar en láminas, nos sirvan de tope y no lleguemos a atravesar toda la patata con el cuchillo.
Vamos a ir colocando las patatas, conforme las terminamos de dar forma de acordeón, en una fuente de horno.
Precalentamos el horno a 160ºC.
Pelamos los ajos y cortamos en láminas muy finas. Colocamos una lámina de ajo entre algunos de los cortes de las patatas de manera que haga que se abran más por esas partes para que el aliño pueda introducirse mejor.
El resto de las láminas de ajo se meten en un mortero junto con la sal, la pimienta, el orégano y la guindilla y machacamos bien. A continuación le añadimos dos cucharaditas de aceite de oliva virgen extra y mezclamos.
Con ayuda de una brocha pintamos con el majado la parte superior de las patatas.
Colocamos la fuente en una bandeja de horno a media altura, con calor arriba y abajo y ventilador. Horneamos durante unos 35 minutos.
Transcurrido este tiempo comprobamos si las patatas están hechas pinchando alguna con pincho o cuchillo, como solemos hacer con un pastel. Si vemos que la patatas no están tiernas continuamos horneándolas unos minutos más.
Presentación:
Sacamos directamente la fuente con las patatas y colocamos en el centro de la mesa, siempre sobre un salvamanteles ya la fuente está muy caliente.
Pondremos una o dos patatas acompañando a nuestro plato principal.
Una guarnición ideal crujiente por fuera y sabrosa por dentro con una presentación muy original y que desprenden unos aromas que despertarán nuestros sentidos.
Bon appétit!!!