En un pueblo donde no quería estar, en una casa que era más de sus padre que de él, en una tienda que nunca quiso que fuera suya
Lo tenía todo y no tenía nada. Y él lo sabía
Añorando la gran ciudad. Allí tenía sus amigos, su vida
La universidad la dejó a medias, con un trabajo del que pensaba viviría siempre. Pero cuando uno se conforma y no piensa en el futuro, el futuro puede que venga como no lo habíamos pensado, torcido
Por conformarse estaba ahora en el lugar equivocado. Eso decía él. Quejándose siempre
Con más de cincuenta años, con la vida programada hasta que se acabe
Con ese panorama, difícilmente puedes ser feliz
Por el contrario, te vuelves un quejica, buscas el máximo provecho de los demás sin dar nada a cambio
Todos le dan consejos, pero él prefiere seguir conformándose
Cuando has vivido siempre a remolque de los demás es difícil cambiar de actitud
Reflexiona mucho, pero como buen conformista que es, todo se queda en vagas reflexiones, que le amargan más y le incapacitan más
Todo está en su mente, tanto las ganas de superarse como la desgana
Toda su vida es una gran mentira. El trato con la gente, esa risa obligada, todo de cara a la galería
El fin de semana trata de evadirse con el alcohol, apenas lo consigue
En su cabeza todo son planes y plañirse por lo que hubiera podido ser y se quedó en nada
En esta vida tienes que hacer las cosas sin esperar nada a cambio, se lo han dicho muchas veces
Y ser agradecido, muy agradecido
La felicidad está en lo que consigue uno mismo
Él hace mucho tiempo que olvidó todo esto
Y pasan los años y no vuelven, y él sigue allí, esperando
PD Cuento inspirado y dedicado a Miriam Heredia Sánchez
INGREDIENTES
Para la masa
300 g de harina
125 g de mantequilla
1 huevo
70 ml de agua tibia
Para el relleno
4 peras conferencia
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de coñac
Una pizca de pimienta
1 huevo para pintar el hojaldre
ELABORACIÓN
En un bol poner la harina y la mantequilla a temperatura ambiente
Con una mano, mezclar e ir amasando
Tendrá textura de miga
Hacer un volcán en medio
Añadir un huevo
Con un dedo remover el huevo
Añadir un poco de agua
Seguir amasando con la mano hasta conseguir una masa uniforme
Formar una bola, envolver con papel film
Reservar en la nevera durante 1 hora
Pelar las peras
Cortarlas en láminas finas desechando el corazón
Espolvorear el azúcar
Verter el coñac
Espolvorear una pizca de pimienta
Remover bien
Dejar macerar en la nevera hasta el momento de rellenar el hojaldre
Pasado el tiempo de reposo de la masa, colocarla encima de una hoja de papel de horno
Con un rodillo estirar lo más fino posible
Con un plato de la medida de la cubeta, cortar un círculo
Colocar las peras encima de la masa, dejando un cm de margen
Con la masa sobrante repetimos lo mismo y cortamos otro círculo igual
Con este segundo círculo de masa, cubrimos las peras
Con un tenedor sellamos todo el borde
Batimos un huevo y pincelamos el hojaldre
Con un cuchillo hacemos un corte en el centro del hojaldre
Con un trozo de papel de horno sobrante, formamos una canutillo o chimenea, y lo introducimos en el agujero
Así el hojaldre no se hinchará más de lo debido(ver foto)
Receta adaptada de Berry Province