Ya tocaba receta salada. Estos rollitos los he preparado esta mañana antes de irme a trabajar y me los he comido al mediodía. Con esto os quiero decir, que se preparan en nada de tiempo y que se pueden hacer con antelación.
Son muy fáciles y si os gusta la combinación de sobrasada, jamón y queso os van a gustar, incluso podemos cambiar el relleno, ahora mismo solo se me ocurre con queso crema y salmón, pero seguro que a vosotros se os ocurren otros.
He hecho la tortilla con claras pasteurizadas, de esas del mercadona, pero podéis hacerla con los huevos completos. Yo he querido aligerar la receta, aunque me diréis, que para que pongo sobrasada, pues no sé, por lo mismo que nos tomamos un café con sacarina acompañando a una tarta de chocolate. Paradojas de la vida.
INGREDIENTES:
3 claras de huevo.
Sobrasada.
Pechuga de pavo.
Queso havarti.
Queso parmesano rallado.
PREPARACIÓN:
Batir ligeramente las claras y añadirle el parmesano rallado.
Volcar esta preparación en una sartén aceitada y cuajarla como si fuera un crêpe.
Dejar enfriar en un plato. Cuando esté frío, poner la tortilla sobre papel film y untar hasta, más o menos ¾ partes con sobrasada.
Poner una loncha de pechuga de pavo y otra de queso havarti encima. Enrollar con el papel film y dejar en la nevera un par de horas.
Cortar en rodajas de un dedo de grosor.
Batimos las claras.
Le ponemos un par de cucharadas de queso parmesano rallado. Esto es opcional.
Cuajamos la tortilla en una sartén, pero dejándola entera, sin doblar, como un crêpe.
Así, Dejamos que se enfríe.
Cortamos un papel film y ponemos encima la tortilla. Untamos sobrasada dejando un tercio sin untar para que al enrollar no se nos salga.
Le ponemos una loncha de pechuga de pavo y otra de queso.
Y empezamos a enrollar por el lado que está untado.
La enrollamos con el papel film y hacemos un rulo. Lo metemos en la nevera unas horas.
Cuando vayamos a servirlo, lo cortamos en rodajas gruesas. Pero antes le quitáis los extremos que estarán más feos.
¡Y listo!
Dejad que cojan la temperatura ambiente, que no estén muy fríos al servirlo.
Aunque yo he horneado unos minutos estos, y están de lujo, calentitos, con la sobrasada y el queso casi fundido... Lo malo es que no mantienen la forma tan bien como los fríos. De las dos maneras están ricos.
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Fuente: este post proviene de Tapitas y postres, donde puedes consultar el contenido original.
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