De nuevo llegó San Valentín a llenar nuestro hábitat de color rojo y corazones. Y que da igual hacia donde miremos que hasta las fruterías se decoran con esta temática.
Que te vas a comprar una falda y en el escaparate hay un Cupido. A echar la primitiva y te entregan el boleto con un sobrecito que te recuerda el sorteo especial. A comprar unas pilas y allí también. Y los blogs de cocina….. Todos tenemos corazones.
Y es que rezumamos amor por todos los poros. Anda que no es bonito ni tampoco nada.
El único día del año que podemos permitirnos ser tan almibarados como un bizcocho de tres capas con relleno de merengue, mermelada de fresa y tres chocolates con crema inglesa. Todo junto. Pequemos de empalagosos que hoy está permitido.
Este año nosotras también tenemos nuestro corazoncito, eso sí de chocolate blanco y red velvet. ¿Te apuntas a hacerlo?. Lo mejor viene después, al compartirlo.
Nos ponemos el delantal.
Ingredientes:
Para el bizcocho
120 ml. de aceite de girasol
2 huevos
275 grs. de azúcar
2 cucharaditas de cacao en polvo
300 grs. de harina
colorante rojo en gel
250 ml. de leche
el zumo de un limón mediano
3 cucharaditas de extracto de vainilla
1 cucharadita de bicarbonato
2 cucharaditas de vinagre.
Para la nata montada (crema de leche)
400 ml de nata (crema de leche) al 35% materia grasa
3 cucharadas de azúcar glas
4 cucharadas de agua
1 sobre de gelatina neutra en polvo
Para el corazón de chocolate
1 tableta de chocolate blanco de postres
colorante rojo apto para chocolate
1 paquete de Mikados para sostener el corazón de chocolate.
Elaboración:
Como siempre, lo primero es poner el horno a precalentar a 180ºC.
Colocamos todos los ingredientes ya pesados y tamizados. El molde que vamos a utilizar lo engrasamos bien. Recordad que es la mejor manera de ir trabajando sin amontonarnos, con tranquilidad y sin que nada se olvide.
Ponemos en la leche el zumo del limón y lo reservamos en la nevera, de esta manera preparamos nuestro suero de leche. Queda fea y como si se hubiese estropeado, pero va a ser lo que hará que el bizcocho resulte más jugoso.
En un bol con la varilla batimos el aceite y el azúcar hasta que blanquee, después añadimos los huevos (a temperatura ambiente) uno a uno y continuamos batiendo.
Ahora añadimos el cacao tamizado, batimos, incorporamos parte del suero de leche, continuamos batiendo, añadimos la mitad de la harina. Batimos más y echamos el resto del suero y cuando se haya integrado bien agregamos el resto de la harina. Continuamos batiendo hasta que tengamos una mezcla bien homogénea.
En un vaso, mezclamos el vinagre con el bicarbonato y con un movimiento rápido lo echamos en la mezcla anterior en cuanto burbujee. Batimos un poco más y por último integramos la vainilla y el colorante necesario para que esté bien rojo.
Ahora tomamos el molde ya engrasado
y vertemos en él nuestra mezcla.
Llevamos al horno, sin modificar la temperatura inicial, durante aproximadamente una hora. Ya sabéis el truco, si al pinchar un palillo éste sale limpio es que el bizcocho ya está hecho.
Desmoldamos y dejamos que enfríe sobre una rejilla. Podemos dejarlo tal cual, quitando la parte superior que se encompeta o bien, una vez hecho este paso, el bizcocho lo dividimos en dos iguales. Lo hice así, como podéis ver. De esta manera, salieron dos tartas con la misma receta.
Lavamos el molde y lo utilizamos para hacer una plantilla sobre papel de hornear, al que damos la vuelta y reservamos.
Fundimos el chocolate blanco y lo teñimos con colorante rojo para extenderlo sobre nuestra plantilla, respetando todo lo que podemos el trazado. Para ello es bueno utilizar una espátula pequeñita, de codo, lo hace más fácil. Mejor, cuanto más delgada hagamos la lámina.
Reservamos sobre una placa en el frigorífico.
Vamos a hacer una nata (crema de leche) que quede bien estabilizada.
Para montar la nata (crema de leche) primero vamos a hidratar la gelatina en las cuatro cucharadas de agua y dejamos reposar de cinco a diez minutos. Pasado este tiempo, lo metemos en el microondas 20 segundos, no más porque se puede quemar, sólo queremos que caliente. Finalmente, lo dejamos que se enfríe a temperatura ambiente.
No es conveniente dejarla que se gelifique y tampoco utilizarla estando aún caliente o templada porque la vamos a poner en la nata (crema de leche) que debe estar muy fría para que pueda montar. Si la gelatina no estuviese fría también, nos estropearía el montado de la nata (crema de leche).
Ponemos en el bol de la batidora la nata (crema de leche) y empezamos a batir con la varilla. Cuando empiece a espesar añadimos el azúcar y después la gelatina. Finalizamos cuando veamos que ya está firme y pasamos a una manga con una boquilla rizada.
Ahora, sin tardar demasiado, empezamos a montar nuestra tarta, colocando sobre una base la plancha de bizcocho y sobre ella hacemos unos rosetones con la nata (crema de leche). Troceamos unos mikados todos de igual tamaño y los colocamos clavados en la nata (crema de leche) y hasta el fondo del bizcocho. Tantos como queráis y siempre al menos los necesarios para que puedan sujetar el peso del chocolate.
Ahora con el copete del bizcocho que quitamos para igualarlo hacemos migas y espolvoreamos sobre los rosetones.
Sacamos nuestro corazón de chocolate de la nevera y lo posamos sobre los mikados. Decoramos con más nata (crema de leche) y el resto de las migas del bizcocho.
¡¡¡¡¡FELIZ SAN VALENTIN A TODOS!!!!!
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