Tarta de nata (crema de leche) y queso con fresas

La tarta que hoy compartimos con todos vosotros, es una de las mas bonitas en el aspecto visual que hemos realizado, y con un sabor tan delicioso que no habrá nadie en casa que pueda resistirse a probarla: tarta de nata (crema de leche) y queso con fresas.
En esta época del año, una de las frutas que mas nos llaman la atención cuando vamos al mercado a comprar, sin lugar a dudas son las fresas o fresones. Siempre que las vemos tan coloridas y tan apetecibles, no podemos resistirnos a comprarlas. A Carmen y a mi nos sucede eso exactamente.
Y ya que hace muy poco tuvimos que preparar una tarta para el día de mi cumpleaños, qué mejor que emplear esta fruta para su preparación. Nos pusimos manos a la obra en la búsqueda de una tarta que incluyera fresas entre sus ingredientes, y encontramos esta en el blog Roski-cocina y algo mas-Yu, que ademas de su sencillez y rápida preparación, unía unos ingredientes perfectos para todos y que no disgustaría a ninguno de nuestros invitados.
La preparamos el día anterior, por lo que nos resultó perfecta para tenerla lista el día necesario sin tener que estar a última hora en la cocina, ya que todos sabemos la que se suele liar en nuestras casas cuando tenemos invitados.
¿Y que pasó cuando la llevamos a la mesa? Que todos se quedaron sorprendidos, ya que realmente parecía que fuera una tarta comprada en alguna pastelería y preparada por profesionales. Impresionados por su presentación y encantados por su sabor, ya que no desentona para nada, agradando tanto a los que les encanta el dulce, como a los que no les llama tanto la atención, ya que tiene el punto justo de azúcar, lo que no la hace nada empalagosa. De verdad, tenéis que probarla para descubrir a que nos referimos. Y para que esto pueda ser posible, comenzamos ya mismo con los ingredientes y su elaboración: a por los delantales y a los fogones!


Ingredientes (molde grande 26 cm):
1 paquete y medio de galletas (maría, tostarica, digestive...)
130-140 gr de mantequilla
500 ml de nata (crema de leche) para montar
50 gr de azúcar (para montar la nata (crema de leche))
275 gr de queso de untar
25 gr de azúcar (para la mezcla del queso)
5 hojas de gelatina
125 ml de leche
1 kg de fresas
Bolas plateadas de azucar


Preparación:

Trituramos las galletas, de forma que nos queden como polvo, lo mas finitas posibles. Derretimos la mantequilla y la vamos vertiendo poco a poco sobre las galletas, removiendo hasta formar una pasta compacta. NOTA: al igual que otras veces, puede que no tengamos que verter toda la mantequilla. Cuando ya tengamos una masa que sea compacta y firme, dejaremos de echar la mantequilla, con el fin de que no nos quede demasiado grasienta la base.


Pondremos sobre la base del molde, aplastando bien con una cuchara, y formando así la base de la tarta. La dejaremos en la nevera mientras continuamos.
Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
En un cazo, pondremos el queso, la leche y los 25 gr de azúcar y lo llevamos a fuego bajo, removiendo constantemente, hasta que se derrita el queso y quede todo bien unido. En ese momento, apartamos del fuego un momento, y echamos las hojas de gelatina, previamente escurridas bien del agua, y removemos para que no se forme ningún grumo.


Volvemos a llevar al fuego, y lo tenemos hasta que este a punto de hervir, o de un primer hervor, siempre sin dejar de mover. Apartamos del fuego y vertemos sobre un bol. Reservamos y dejamos templar.
Batimos bien la nata (crema de leche) junto con el azúcar hasta que nos quede bien compacta.
En el bol que teníamos la mezcla del queso, echamos la nata (crema de leche), y con movimientos envolventes y despacio, iremos uniendo las dos mezclas, hasta que quede todo muy bien unido.


Las fresas las lavamos y una vez que les quitemos el rabillo, cortamos la mitad en rodajas, y la otra mitad por la mitad.


Sacamos el molde con la base de la nevera, y vertemos la mitad de la mezcla de nata (crema de leche) y queso sobre el. Lo extendemos sobre toda la superficie y ponemos sobre toda ella las fresas en rodajas.


Volvemos a verter lo que queda de nata (crema de leche) y queso sobre las fresas y lo alisamos, de forma que nos quede todo bien distribuido.
Sobre esta capa, dispondremos las fresas como mas nos guste, y lo llevamos a la nevera hasta que se endurezca (unos horas o al día siguiente).


Desmoldamos y servimos. OPCIONAL: podemos poner bolitas de azúcar plateadas (en venta en cualquier supermercado) u otra decoración, como mas nos guste. 

Como veis, la tarta queda preciosa. Lástima que esto dure poco, ya que una vez partido el primer trozo, no durará nada en la mesa!

Un saludo a tod@s y buen provecho!

Fuente: este post proviene de Los Delantales de Julio y Carmen, donde puedes consultar el contenido original.
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