Tarta de San Valentín
¿Qué tendrá esta fecha que todo el mundo se revoluciona?. Unos a favor, otros en contra pero nadie queda indiferente al 14 de febrero. No hay más que abrir las redes sociales, salir a la calle y fijarse en los escaparates de cualquier tienda, ver caminar a gente con ramos de flores en las manos y muuuucho color rojo por todas partes.
El rojo que es el color de la pasión, de lo intenso, de todo aquello que no puede pasar desapercibido, como el amor.
Es el tema por excelencia desde la antigüedad. Juglares, trovadores, poetas, narradores e incluso las bandas de rock duro tienen su balada fetiche y si no a ver quién puede decirme que nunca escuchó Still loving you de los Scorpions. Y sólo es un ejemplo. Hay muchos más.
¡Ay, el amor!. Ese que a todos en algún momento, o en más de uno , nos ha alterado el pulso, nos ha dejado sin palabras y nos ha hecho enrojecer al encontrarnos frente a la persona que nos hacía ilusionarnos.
A todos, feliz día de San Valentín.
Ingredientes:
120 ml. de aceite de girasol
275 grs. de azúcar
2 huevos
2 cucharadas de cacao en polvo
300 grs. de harina
1 cucharadita de colorante rojo en gel
250 ml. de leche
1 limón mediano (el zumo)
3 cucharaditas de extracto de vainilla
1 cucharadita de bicarbonato
2 cucharaditas de vinagre.
Relleno:
200 grs. de mantequilla
100 ml. de agua
150 grs. de azúcar
200 grs. de queso mascarpone.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180 ºC
Colocamos todos los ingredientes y utensilios que vamos a utilizar. Esto es algo que recomiendo tener por costumbre antes de empezar a hacer cualquier receta. Simplifica bastante la tarea y es la mejor manera de no olvidar ningún ingrediente
Ponemos en la leche el zumo del limón y lo reservamos en la nevera, de esta manera hacemos el “butter milk” o suero de leche. Quedará como cortada pero ese es el aspecto que queremos que tenga.
En un bol y con varillas batimos el aceite con el azúcar. Cuando blanquee, añadimos los huevos, de uno en uno y continuamos mezclando.
Ponemos el cacao tamizado y seguimos batiendo. Incorporamos un poco del suero de leche. Batimos más y añadimos la mitad de la harina tamizada, seguimos batiendo y ponemos el resto del suero. Integramos y ponemos el resto de la harina. Así hasta que tengamos una mezcla homogénea.
En un vasito, mezclamos el vinagre con el bicarbonato y lo agregamos a la mezcla cuando burbujee. Añadimos, finalmente, la vainilla y el colorante.
Ponemos en un molde engrasado y horneamos durante aproximadamente 1 hora a 180 ºC.
Para la crema de relleno hacemos un almíbar poniendo el agua y el azúcar en un cazo hasta que nos quede muy ligero. Dejamos enfriar.
En el bol de la amasadora ponemos la mantequilla en punto pomada y blanqueamos con el accesorio de la varilla, después le vamos añadiendo en hilo el almíbar. No es necesario poner toda la cantidad, dependerá de la intensidad del sabor dulce que queramos lograr. Cuando ya lo tengamos, añadimos el queso mascarpone, muy frío y reservamos.
El bizcocho, una vez hecho, lo desmoldamos y dejamos enfriar en una rejilla. Después lo dividimos en tres discos de la misma altura con una lira. Invertimos el orden, es decir, el disco superior lo ponemos en la base y el de abajo lo ponemos girado, el primero.
Con nuestra crema, rellenamos entre discos, dejando suficiente para cubrir el exterior.
Después hay que conservarlo en la nevera, mínimo una hora, antes de poner el fondant. A partir de aquí, la imaginación y la habilidad de cada uno modelando.
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