La Tarta Sacher o Sachertorte es una de las más famosas en el mundo. Está formada por dos capas de bizcocho de chocolate, entre ellas una capa de mermelada de albaricoque y todo cubierto por una ganache de chocolate negro.Fue creada en 1832 por Franz Sacher, un aprendiz de repostería quien estando su maestro enfermo tuvo que improvisar una tarta para el príncipe Klemens Wenzel von Metternich.Es tan agradecida y jugosa que se puede preparar el día antes y sacarla bien fría cuando la vayáis a comer. Dura varios días en la nevera, ya que la capa de chocolate hace un estupendo efecto protector, evitando que se seque. Es perfecta como tarta de cumpleaños o como postre en un día especial. Si os gusta el chocolate tanto como a mi esta tarta os va a encantar.
Ingredientes:
125 g de harina de almendras.
150 g de chocolate 70 %.
100 g de harina.
100 g de azúcar glace.
100 g de azúcar.
100 g de mantequilla.
6 huevos.
1 sobre de levadura química(Royal).
Ganache:
150 g de chocolate 70%.
125 g de nata (crema de leche) líquida
30 g de mantequilla.
Preparación:
En un cuenco grande ponemos la mantequilla a punto de pomada junto con el azúcar gace.
Con unas varillas lo batimos y mezclamos bien.
Fundimos el chocolate al baño maría o en el microondas y lo agregamos a la mantequilla batida mezclándolo bien.
Añadimos las yemas de huevo, una a una y seguimos mezclando.
Agregamos la harina de almendras y por último la harina y la levadura química tamizadas.
Por último montamos las claras de los huevos a punto de nieve junto con el azúcar, se lo añadimos a la mezcla del bizcocho y mezclamos con suavidad.
Vertemos la mezcla en un molde engrasado y horneamos 40 minutos a 170ºC.
Sacamos y dejamos que se enfríe para poder desmoldarlo.
Partimos por la mitad longitudinalmente ayudándonos de una lira o un cuchillo muy afilado y ponemos una capa de mermelada de albaricoque entre los dos discos de bizcocho.
Ponemos en un recipiente el chocolate picado junto con la mantequilla.
En otro recipiente calentamos la nata (crema de leche) hasta que esté a punto de hervir y vertemos la nata (crema de leche) caliente sobre el chocolate y removemos bien hasta que esté fundido.
Ponemos la tarta en una rejilla y debajo un recipiente para recuperar la ganache que se vaya cayendo.
vertemos la ganache sobre el bizcocho cubriéndolo totalmente.
Ya podemos guardarla en la nevera y dejarla reposar el tiempo suficiente.
A la hora de presentarla podemos acompañarla con una chantilly.
Fuente: este post proviene de Dulces, tartas y otras historias, donde puedes consultar el contenido original.
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