No se si a vosotros os pasa, pero a mi si, os cuento. Hay momentos en los que necesito si o si, o sea irremediablemente, algo dulce (la verdad es que hay muchos momentos, glups), y la verdad no me apetece nada industrial, y entonces como por arte de magia me viene a la cabeza ella, esa masa de hojaldre que tengo siempre en el congelador, esperando su momento, y esta receta es fruto de uno de esos momentos.
La tarta tatin es una tarta invertida, es decir que en el fondo se pone lo que al final será la parte superior, bueno cuando veáis su elaboración lo entenderéis mejor.
Aviso de que seguramente esta versión de tarta tatin no se parece mucho a la versión original, pero la verdad es que resulta muy muy sencilla de hacer y os aseguro que está buenísima.
Vamos a por ella, que solo de volver a pensar en ella ya empiezo a salivar.
INGREDIENTES:
Mandarinas
1 placa de masa de hojaldre
150 gr de azúcar
50 gr de agua
1 cucharadita de limón
ELABORACIÓN:
Lo primero que hacemos es poner el horno a precalentar, a 200 grados arriba y abajo.
Prepararemos el caramelo, para ello ponemos en un cazo el azúcar, el agua y la cucharadita de limón, y dejamos que vaya cociendo a fuego lento.
Mientras tanto pelaremos las mandarinas (en mi caso utilicé 5 mandarinas pero dependerá del tamaño del molde que utilicéis), le quitáis todas las partes blancas que podáis y separáis los gajos uno por uno.
Volvemos al caramelo, cuando veáis que empieza a tener un marrón dorado lo retiráis del molde y lo volcáis directamente en el molde que vayáis a utilizar, con ayuda de un pincel lo repartiremos bien por toda la superficie, esto hay que hacerlo muy deprisa pues si no corréis el riesgo de que se endurezca el caramelo y no lo podáis repartir.
Seguidamente iremos colocando los gajos de mandarina de manera que cubran toda la superficie, pero no pegarlos al borde del mismo pues después necesitaremos este espacio.
Con un tenedor pinchamos todo el hojaldre para evitar que crezca en el horno.
Colocamos el hojaldre encima de las mandarinas dejando un poco que sobre por los lados, lo que sobra lo meteremos entre el borde y las mandarinas, hacemos un agujero en el centro del hojaldre para que pueda escapar el vapor que hará en el horno y que no se infle.
Bajamos el horno a 180º y quitamos el calor arriba, introducimos nuestra tarta. Yo la tuve aproximadamente 40 minutos, hasta que veáis que la superficie del hojaldre está dorada y crujiente, en ese momento lo sacamos del horno.
Ahora con mucho, pero que mucho cuidado, hay que desmoldarlo, se trata de darle la vuelta en el plato en el que lo vayamos a servir. Hay que hacerlo recién salida del horno para que el caramelo no endurezca y así poder hacerlo, si no se os puede quedar pegado.
Sólo hay que esperar que temple y lista para comer, os aseguro que es una delicia.
Ya veis lo fácil que es, así que no tenéis excusas.
Y esto es todo por hoy, nos vemos de nuevo el jueves en el Curso de Cocina para Novatos.
Mientras tanto nos podemos encontrar a través de las redes sociales.
Un beso enorme a todas/os.