¿Cómo están? Espero que disfrutando de estos días que nos permiten entre descansar, reflexionar y cargar pila.
Yo le busco el modo, porque ya saben que esto de ser mamá, no incluye vacaciones, pero poco a poco he ido encontrando de nuevo la manera de darme mis espacios, que ya les contaré. De esos momentos para mí que más disfruto, sin duda, está la horneada; ya que además de mi espacio de meditación que estoy acondicionando en casa, mi segundo lugar "zen" es la cocina.
En mi cocina reflexiono, creo, sonrío y también he llorado. Es donde encuentro calor y también donde comparto amor, porque creo firmemente en que lo que cocinamos, está cargado de lo que sentimos o de la energía que cargamos en ese momento. ¿Ustedes, qué dicen?
Precisamente ahí, fue donde conversando con mi esposo, surgió la idea de preparar este pan. Un día que llegó de su trabajo y me contó que había probado un pan muy rico, en una cantina española. Y como tenemos el hábito de preguntar cómo o de qué está hecho algo que nos gusta cuando lo probamos fuera, me paso el dato: "Se llama pan de Santiago y está hecho de almendras", dijo. Con eso me fue suficiente para buscar y encontrar una buena receta que puedira adaptar a mi estilo.
La historia
La tarta de Santiago es tradicional de la cocina gallega y se distingue por no llevar nada de harina.
Es muy popular durante el mes de julio y la primera semana de agosto, debido a que el 25 de julio es el día de Santiago Apostol, pero se desconoce su origen preciso.
Los datos más antiguos sobre la elaboración y consumo de este bizcocho de almendra, hoy conocido como Tarta de Santiago, son algo imprecisos, pues se presenta con un nombre distinto al actual (Torta real o bizcocho de almendra). Procede del año 1577, en el contexto de la inspección o visita que Pedro de Portocarrero realizó a la Universidad de Santiago, al cual queda constancia de que se le sirvió torta real.
Aunque no recibe el mismo nombre, la elaboración de esta torta real con almendra molida, azúcar y huevos, cocido al horno y servido en una pieza o fragmentada en dos porciones individuales, confirma la teoría de que se trata del mismo dulce que hoy llamamos Tarta de Santiago.
La primera información digna de fiabilidad es una de las recetas de bizcocho de almendras contenida en el cuaderno de confitería que recopiló Luis Bartolomé de Leybar en torno a 1838. Este mismo tratado incluye otra composición muy parecida pero recubierta de azúcar molido, denominado tarta de almendras.
El origen inequívocamente gallego de esta preparación, se debe también a que esta especialidad no aparezca prácticamente en los recetarios culinarios foráneos hasta el s.XX apunta a una relevante popularidad de este dulce en Galicia y a su carácter de integrante de la tradición gastronómica y del gusto local. (viviendoexperiencias.com)
También es cierto que por ser un pan hecho sólo con almendras, huevos y azúcar, lo convertía en un lujo reservado para pocos (como ahora, jaja) y el origen de su característica cruz, data de 1924, cuando la "Casa Mora" comenzó a adornar las tartas de almendra con ella, para dar un toque distinto a un producto tradicional. Ya en marzo de 2006, la Tarta de Santiago entró en el registro de Indicación Geográfica Protegida (Wikipedia).
Así que historia más, historia menos, estamos ante un pan que nos merece respeto y mucho disfrute al hacerlo y comerlo. Eso sin contar que está dentro de las categorías de panes "sin gluten" y que -gracias a las almendras- puede prescindirse de mantequilla o aceite extra.
Una de sus grandes virtudes es ese aroma inigualable, gracias a la mezcla de almendra y huevo.
La receta
Como saben, amo las recetas simples y deliciosas. De pocos ingredientes, pero muy sustanciosos y, esta tarta, es el caso. Fácil de preparar, con mucho sabor para disfrutar e ideal para empezar el día acompañada con un café o chocolate caliente. Es un pan húmedo y granuloso por las almendras y aquí la receta:
Tarta, torta o pan de Santiago
Ingredientes:
5 huevos
125 gramos de azúcar (yo usé mitad de azúcar de coco y mitad de single sweet glass de NaturaVía, para que quedara de color más claro. Pero puedes usar el azúcar de tu gusto y hasta 200 gramos, si te gusta más dulce)
250 gramos de harina de almendras o almendras molidas
ralladura de uno o dos limones (cuida de no rallar la parte blanca que es muy amarga)
Leche de coco en polvo para espolvorear (o azúcar glass, que es lo tradicional)
Cómo hacer:
-Precalienta horno a 175°C y prepara un molde redondo de 20 cms de diámetro, engrasado y con papel para hornear en el fondo.
-En un tazón, mezcla harina y azúcar
-Agrega los huevo de uno en uno, batiendo cada vez, hasta que esté todo integrado
-Añade la ralladura y mezcla ligeramente
-Vierte en el molde preparado
-Hornea por 25-35 minutos, hasta que los bordes estén ligeramente dorados y el centro suavemente firme.
-Saca y deja enfriar unos minutos en el molde, antes de desmoldar por completo para que enfríe totalmente sobre una rejilla.
Mientras enfría, puedes descargar la Plantilla de Cruz de Santiago para después colocarla en el centro del pan y espolvorearle el azúcar o leche en polvo, una vez frío. No lo hagas caliente porque absorberá todo. De preferencia, decóralo antes de servirlo.
Espero te guste tanto como a mí, es ya uno de mis favoritos.
Nos leemos pronto.
Fuente: este post proviene de AleTorresBlog, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado: