El cultivo de zanahoria morada se ha visto incrementado en Málaga desde hace unos años gracias al trabajo de los agricultores de un pueblo malagueño llamado Cuevas Bajas.
Aunque hay a quien le pueda sorprender el color de esta zanahoria, en realidad podemos decir que es el antepasado de las más conocidas de color naranja. Poco a poco fue perdiendo protagonismo dejando paso a la otra variedad pero gracias a que ha sido rescatada podemos disfrutarla hoy en día.
Si no disponéis de zanahorias moradas, esta receta puede hacerse con otra variedad de zanahoria y queda igualmente rica. Os la recomiendo porque se trata de un aperitivo muy sano y una forma genial de tomar verduras.
Ingredientes:
2 zanahorias moradas
4 dientes de ajo
comino molido
orégano
sal
pimienta negra
Un chorreón de vinagre de vino
Un dedo de aceite de oliva virgen extra
Comenzamos pelando las zanahorias. Las hervimos en agua con un pellizco de sal. Es importante que queden un poco duritas y no nos pasemos en la cocción.
Una vez cocidas las escurrimos y cortamos en láminas.
Guardamos el agua de la cocción ya que al final la necesitaremos.
En un mortero ponemos los dientes de ajo, la pimienta, el comino y el orégano. Añadimos sal en escamas y comenzamos a hacer nuestro "majaíllo".
Si el sabor del ajo os resulta muy fuerte podéis reducirlos a dos para que queden más suaves.
Agregamos el vinagre adaptando la cantidad al gusto y cuando esté todo bien trabajado es el momento de ponerle un poco de aceite de oliva.
Colocamos la zanahoria en un recipiente y le añadimos el "majaíllo".
Cubrimos con el agua de haberlas cocido hasta que queden bien cubiertas. Cerramos y agitamos con cuidado para que se reparta bien todo el aliño.
Guardamos en el frigorífico y esperamos un par de días para poder consumirlas.