Hoy inauguramos sección. Es lo que tienen los comienzos que cada cosa que se añade es algo nuevo.
Hay que reconocer que la gente que tiene intolerancias a determinamos alimentos se encuentra con muchas limitaciones a la hora de sentarse a compartir mesa con amigos y familiares.
En casa, algo de esto sabemos porque una de mis cuñadas tiene este problema y hasta que quedó claro que no todo lo que comía era válido…, fue un sinvivir.
Pero como no hay mal que por bien no venga, resulta que es una excelente cocinera y de ella son la mayoría de las recetas que irán en este apartado. Veréis QUÉ BUENAS.
Aquí, vamos a intentar que eso, lejos de ser un problema, sólo sea un inconveniente. Veréis como con otros ingredientes alternativos también se consiguen postres y panes riquísimos, que harán que se deje de echar en falta la repostería tradicional.
Lograremos que no sea un sacrificio prescindir de las recetas dulces que siempre hemos tenido cerca.
¿Quién puede resistirse a algo tan sabroso como un bizcocho de calabaza y jengibre?. Creedme, es jugoso, dulce y delicioso. No vais a notar en absoluto la carencia de gluten o de lactosa.
Poneos el delantal que empezamos.
Ingredientes:
1 yogur de limón de soja
3 huevos
2 medidas de yogur de azúcar de caña
3 y 1/2 medidas de yogur de harina de repostería sin gluten
1/2 medida de yogur de aceite vegetal suave
La ralladura de una naranja
1 cucharadita de levadura
300 grs. de calabaza
15 grs. de jengibre fresco pelado y rallado.
1 cucharadita de canela en polvo.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180 ºC y engrasamos un molde.
Pelamos la calabaza, la troceamos y la ponemos en el microondas para que ablande. Después, la aplastamos con un tenedor.
Pelamos el jengibre, lo rallamos y añadimos a la calabaza, mezclando bien.
En un bol ponemos los huevos con el azúcar y los batimos. Si lo hacemos con el robot de cocina, usamos la varilla. Primero lo hacemos con la velocidad baja (2) para posteriormente subir un poco (3) y después aumentar otro poco más (4). A esto le llaman blanquear y hace que el bizcocho quede mucho más esponjoso.
Añadimos el yogur y el aceite, repitiendo la operación anterior. En este punto, cambiamos la varilla por la pala de amasar y añadimos los ingredientes secos: harina y levadura. Batimos de nuevo y por último incorporamos la ralladura de naranja con la calabaza, el jengibre y la canela.
Vertemos la preparación en el molde y horneamos durante unos 45 minutos más o menos. Hasta que veamos que toma un precioso color dorado.
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