Mirad qué juguetes de latón y de madera me han traído los Reyes Magos. Son como los de antes. Me recuerdan a mi infancia. También los caramelos toffee que aparecieron como por arte de magia junto a los juguetes me devuelven a tiempos lejanos pero nunca olvidados. Esos caramelos pueden hacer las delicias de niños y mayores. De niños, porque los peques suelen ser golosos por naturaleza. De mayores, porque un toffee acompañando una taza de café o un café con leche es gloria bendita. Este año los Magos han sido generosos, espléndidos y muy dulces.
RECETA
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INGREDIENTES
200 ml de nata (crema de leche).
200 g de azúcar.
30 g de mantequilla.
150 g de glucosa líquida.
Una cucharada de vainilla. SE NECESITA TAMBIÉN:
Un molde cuadrado o rectangular.
Papel de horno.
Aceite de girasol para untar el papel una vez forrado el molde.
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PREPARACIÓN
Forrar el molde con papel sulfurizado, untar con aceite de girasol y reservar (nosotras usamos dos moldes de los de hacer el turrón).
Poner en un cazo de base ancha todos los ingredientes menos la vainilla y llevar al fuego, primero a fuego fuerte (no superar los 120º) y luego bajar la temperatura y dejar que espese y tome un color dorado. Remover constantemente con una cuchara de madera. Este proceso nos llevará unos diez o quince minutos.
Cuando tome color, agregar la vainilla y seguir dando vueltas.
Una vez haya espesado verter inmediatamente sobre el molde, dar unos golpecitos para que se asiente y no queden burbujas y dejar enfriar.
Antes de que se haya endurecido, sacar el contenido de los moldes, cortar a cuadrados iguales con un cuchillo y dejar enfriar.
Una vez fríos, envolver los caramelos individualmente con papel de horno y guardar en una caja hermética.