Después de emplearlo como cobertura en la tarta de cumpleaños de Miguel, como relleno en la de Adrián, ahora llega como colofón en unos cupcakes de vainilla. Os podéis imaginar que no han sobrado ni las migas. Y es que está tan bueno, que hasta a cucharadas se lo comen en mi casa.
Un bocado absolutamente delicioso, así son estos cupcakes. No aptos para aquellos que no tengan la fuerza de voluntad suficiente como para comer sólo uno. Avisados quedáis. Luego no digáis que la culpa es mía.
Ingredientes
100 grs de harina
1 cucharadita de levadura química
100 grs de azúcar
100 grs de mantequilla
2 huevos
2 cucharadas de leche
2 cucharaditas de vainilla en pasta (Yo, Home Chef)
Precalentar el horno a 180º.
Preparar la fuente para cupcakes con los papelillos para hornear.
Batir la mantequilla con el azúcar hasta que adquiera una textura cremosa. Añadir los huevos batidos y mezclados con la vainilla y a continuación la harina mezclada con la levadura. Incorporamos la leche y terminamos de mezclar bien la mezcla.
Con ayuda de una cuchara de helado, rellenar las cápsulas. Hornearlas entre 18-20 minutos o hasta que al pincharlas con un palito salga limpio. Dejar templar en el molde unos 5 minutos y pasado ese tiempo pasarlos a una rejilla para que terminen de enfriarse.
Mientras tanto, vamos preparando el frosting de huesitos
Frosting de huesitos
300 gr de azúcar glas
250 grs de queso mascarpone
50 grs de mantequilla a temperatura ambiente
10 huesitos.
Pulverizamos los huesitos con la picadora o batidora. Reservamos.
Montamos el queso con el azúcar e incorporamos la mantequilla reblandecida. Cuando adquiera la consistencia deseada, añadimos los huesitos y seguimos batiendo durante unos segundos.
Vamos a decorar los cupcakes. Rellenamos una manga pastelera con el frosting. Yo usé la boquilla 1M de Wilton para decorarlos. Decorar al gusto y..... a comer!!!!
Fuente: este post proviene de Cuadernos de cocina, donde puedes consultar el contenido original.
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