El rebozado consiste en pasar un alimento, normalmente filetes de carnes, pescados o verduras por harina y seguidamente por huevos batidos.
El empanado consiste en pasar un alimento, normalmente filetes de pescados o verduras por harina, después por huevos batidos y finalmente por pan rallado. Para el empanado de carnes se elimina la harina, el filete se pasa únicamente por los huevos batidos y después por el pan rallado.
En ambos casos se fríen en abundante aceite muy caliente.
Hoy vamos a rebozar unos escalopines de lomo que previamente he adobado.
Existen muchos tipos de adobo (los iré publicando según los vaya realizando) pero hoy, para esta receta me he decidido por este en especial, espero que os guste.
Ingredientes para cuatro personas:
600 g de escalopines de lomo, equivalen a 8 filetes
Para el adobo necesitaremos:
5 dientes de ajo.
Un manojo de perejil
Un vaso de vino blanco seco
1/3 de vaso de vinagre de vino blanco
Pimienta negra recién molida
Sal fina, al gusto
Para el rebozado vamos a utilizar:
Harina de trigo, 2 cucharadas bien colmadas
Huevos tamaño XL, 2
Para freírlos:
Abundante aceite de oliva.
Elaboración:
Salpimenta por ambos lados los filetes de lomo.
Machaca en un almirez o mortero los dientes de ajo y el perejil.
Truco: Pon una pizca de sal gruesa en el almirez antes de comenzar el majado de esta forma los ajos no saldrán disparados.
Embadurna los filetes de lomo con esta mezcla y colócalos en un táper que tenga tapa.
Vierte el vaso de vino blanco por encima de los filetes.
Finaliza añadiendo el vinagre de vino blanco.
Consejo: Los filetes deben quedar cubiertos por el líquido, añade más vino blanco si fuese necesario.
Tapa el envase y consérvalo en la nevera durante 24h.
Al día siguiente:
Saca los filetes del líquido del adobo y sécalos un poco con un paño de cocina bien limpio o con papel de cocina.
Echa un poco de harina de trigo en un plato.
Casca los dos huevos en un bol o plato hondo y bátelos. ( La cantidad de huevos es orientativa, usa los que necesites).
Pasa cada filete por la harina sacudiéndole el exceso y a continuación por los huevos batidos.
Fríelos en abundante aceite de oliva bien caliente, pero sin que llegue a humear.
Retíralos de la sartén cuando adquieran un bonito color dorado y déjalos unos minutos sobre papel de cocina para que absorban toda la grasa sobrante.
Ya están listos para comer.
Se pueden comer fríos o calientes, ideales para hacer bocadillos!!! Riquísimos.
Una mentira pone en duda todas las verdades