Hace unos días que fue el día del padre y siempre he pensado que regalar algo comprado no es nada original, ver la cara del regalado bien merece la pena el pequeño esfuerzo.
Este año me dio por hacer galletas decoradas y lo mejor de todo es que si tenéis hijos, os pueden ayudar, que crecen muy rápido y tenemos que disfrutar haciendo cositas juntos, además les metemos un poco el gusanillo de la cocina, aprenden a saber las medidas, cantidades, etc.
A mi marido le encantaron, pero los botes de emoción del peque creo que fue lo mejor.
Bueno aquí os dejo la receta:
INGREDIENTES PARA LAS GALLETAS
250 gr. de harina
175 gr. de mantequilla
100 gr.de azúcar
1 huevo
1 cucharadita de esencia de vainilla
INGREDIENTES PARA LA DECORACION DE LAS GALLETAS
1 huevo
200 gr. azúcar glassé
Colorante alimenticio
ELABORACION
Lo primero de todo y muy importante es tener la mantequilla fuera de la nevera un rato antes de empezar con la masa, para que esté blanda y podamos trabajarla bien.
Mezclamos en un bol la mantequilla, el azúcar, el huevo entero y la esencia de vainilla. Una vez que estén bien mezclados los ingredientes, añadimos la harina tamizada poco a poco mientras vamos amasando, es muy importante tamizar la harina porque se le van los grumos. Amasamos muy bien con las manos, cuanto más trabajemos la masa mejor resultado dará. La masa estará lista cuando ya no se nos pegue en las manos.
Hacemos una bola con toda la masa, la envolvemos en papel film y lo dejamos reposar en la nevera durante una hora.
Pasada la hora, precalentamos el horno a 180º mientras hacemos las galletas. Extendemos la masa sobre la encimera y la estiramos con un rodillo hasta tener una espesura de 1 cm. Si tenéis moldes de galletas, estupendo, pero si no tenéis podéis utilizar las manos para darle forma.
Las ponemos en la bandeja del horno sobre papel de hornear o papel de aluminio, (con la parte brillante hacia abajo) y horneamos unos 15-20 minutos.
Una vez que estén las galletas, (lo sabremos porque estarán doradas pero aun blanquitas), las dejamos enfriar sobre una rejilla.
Para hacer el glassé: mezclamos el huevo batido y el azúcar glassé, lo batimos con las varillas y los separamos en varios cuencos, según los colores que queremos hacer y echamos los colorantes. El glassé los pongo en unos dosificadores que encontré en las tiendas de chinos, que me van muy bien.
Cuando ya estén frías las galletas podemos poner el glasé y decorarlas a nuestro gusto o imaginación. Yo no soy muy artista en esto de decorarlas, pero lo importante es que estén buenas.
Espero que os guste mi receta de hoy y os animéis a elaborarlas.