El afamado chef británico Jamie Oliver ha declarado en quiebra su cadena de restaurantes italianos, Jamies Italian, tras haber entrado en concurso de acreedores y puesto en peligro más de 1.000 puestos de trabajo tras anunciar el posible cierre de 25 restaurantes, de los cuales, 23 pertenecerían a la franquicia.
Ni ser el chef más querido de Reino Unido, ni el amor de los británicos por la comida italiana han podido sacar a los restaurantes Jamies Italian de la mala racha que llevaban viviendo los últimos dos años, después de que el cocinero hubiera tenido que aportar 14 millones de su propia fortuna en un desesperado intento de reflotar la cadena.
Jamie Oliver es conocido en España por sus documentales y programas de cocina, así como por sus numerosos recetarios publicados y la revolución alimentaria que lo puso en el mapa internacional, con el objetivo de enseñar a la población a comer saludable, variado y sin necesidad de pasar horas en la cocina o gastar una fortuna en productos de calidad. Una revolución que lo llevó a iniciar en 2010 una batalla legal contra la cadena de comida rápida McDonalds de la que salió victorioso en 2018.
«Estoy devastado de que nuestros muy queridos restaurantes de Reino Unido hayan entrado en la administración. Estoy profundamente triste por este resultado y me gustaría agradecer a todas las personas que han puesto sus corazones y almas en este negocio a lo largo de los años» expresa apenado el chef británico en su cuenta de Twitter.
I’m devastated that our much-loved UK restaurants have gone into administration. I am deeply saddened by this outcome and would like to thank all of the people who have put their hearts and souls into this business over the years. Jamie Oliver
— Jamie Oliver (@jamieoliver) 21 de mayo de 2019
“Lanzamos en 2008 Jamie’s Italian con la intención de dar un vuelco de una manera positiva al mercado medio de la restauración en el Reino Unido”, ha declarado Jamie Oliver en un comunicado. “Añadimos valor al servicio e ingredientes de mucha más calidad. Fuimos los mejores en garantizar que los animales empleados fueran sacrificados del modo más humanitario posible y conté con un impresionante equipo que compartía conmigo la pasión por la comida y por un buen servicio al cliente. Y eso fue exactamente lo que hicimos”.
Simon Mydlowski, abogado de la firma Gordons y experto en la industria de la hostelería, culpa al televisivo cocinero de no haberse sabido adaptar a los cambios del mundo de la gastronomía en el que “para tener éxito en este sector, se debe evolucionar constantemente, desde los menús y la elección de bebidas hasta la forma en que se relaciona con los clientes” tal y como informó Mydlowski a la BBC.
Ahora, Jamie Oliver y el grupo HSBC, retenedor de la mayoría de la deuda generada por la franquicia, deberán de enfrentarse a un concurso de acreedores que no solo afectará a la cadena de comida italiana, también a los restaurantes Barbecoa y Fifteen London, el que fuera el primer restaurante del cocinero inglés tras que su programa en la BBC lo catapultara a la fama.
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