Dando un repaso a la historia, el bacalao está ligado a la religiosidad europea ya que es el ingrediente principal en la época de Cuaresma, la conservación del pescado en sal era la única manera de conservarlo en largos y difíciles transportes en carretas bajo el sol. la Península Ibérica llegó a estar cruzada por verdaderas "rutas del bacalao" protegidas de los asaltos de los bandoleros. Fue el alimento principal de nuestro país durante mucho tiempo.
Varios siglos antes de la llegada de Cristóbal Colón a América , los marineros vascos ya capturaban el bacalao en Terranova.
Después de esta breve introducción, digo breve porque del bacalao hay mucho que decir, vamos a empezar con la receta siempre fácil y no por ello menos deliciosa.
INGREDIENTES
1 k. de lomo de bacalao desalado en trozos
1/2 vaso de vino blanco
5 dientes de ajo
1 hoja de laurel
perejil fresco
sal
50 g. de aceite de oliva
1 k. de patatas de guarnición
1 paquete de angulas sucedáneas
PREPARACIÓN
Una vez desalado el bacalao, lo ponemos en una cazuela con la piel hacia arriba con la hoja de laurel.
En un mortero machaca los dientes de ajo y deslíe con el vino blanco.
Mientras tanto pon el aceite a calentar en un cazo, echa la mezcla de vino y ajos encima del bacalao y también el aceite cuando esté hirviendo. Espolvorea perejil picado. Mueve la cazuela para que se mezcle todo y pon a cocer a fuego medio durante unos 20 minutos.
Mueve la cazuela con frecuencia para que el bacalao no se pegue al fondo y la salsa se ligue bien, espese y reduzca. Saca el bacalao a una fuente de servir echa en la salsa aún al fuego las angulas sucedáneas. Deja cocer por espacio de 1 minuto más.
Sirve con las angulas sucedáneas y las patatas cocidas como guarnición.