Esta receta está basada en una típica tapa andaluza. La he adaptado al mundo "singlu" haciendo una mezcla de harinas que forman un rebozado crujiente y riquísimo que absorbe poco aceite (os lo recomiendo), con lo que la berenjena no queda grasienta. Además, a la miel que normalmente lleva esta tapa le he añadido mostaza, una combinación de sabores que forman una salsa que me encanta.
No tiene mucha ciencia, así que, sin más, os pongo la receta.
Ingredientes:
- Berenjenas (yo pongo 1 por cada dos personas)
- Harina de arroz y harina de maíz mezcladas a partes iguales (unas dos cucharadas de cada para 1 berenjena. Yo utilizo la harina de maíz amarilla, de Hipercor, aunque con maizena no queda mal tampoco)
- Sal
- Miel y mostaza a partes iguales (se puede modificar la proporción en función de si nos gusta más o menos dulce. La cantidad será según lo salseros que seamos, yo pongo dos cucharadas de cada para 1 berenjena)
- Aceite de oliva
Preparación:
1) Pelar la berenjena y cortarla a bastoncitos, a modo de patatas fritas.
2) Echarles sal y dejarlas que "lloren su amargura" durante media hora como mínimo (si más, mejor).
3) Enjuagarlas con agua abundante y rebozarlas bien en la mezcla de harinas que tendremos preparada.
4) Freírlas en aceite de oliva hasta que se doren.
5) Apartarlas sobre papel de cocina y echarles un poco de sal por encima.
6) Preparar la salsa mezclando bien la miel y la mostaza.
7) Servir y disfrutar!!
NOTA: Esta misma salsa de miel y mostaza queda muy bien también acompañando a las varitas de pollo.