¿Conocéis esa sensación de entrar en un restaurante muertos de hambre y que en la mesa te esperen unas estupendas bolsitas de bastoncillos de pan? Pues esas bolsitas y las ansias con las que devoro los palitos mientras me traen la comida fueron mi fuente de inspiración para la receta de hoy.
Sencillamente, me encantan por los siguientes motivos, un poco peregrinos pero son los que hay:
Porque pesan poco, con lo que te hacen sentir poco culpable porque todo el mundo sabe que si pesan poco, no engordan.
Porque crujen. Las patatas fritas, las palomitas, los frutos secos… también los bastoncitos… nos gusta masticar y que cruja.
Porque son de pan y el pan es de las mejores cosas que existen en la faz de la Tierra
Aprovecho la ocasión para hacer una reivindicación: por favor, propietarios de restaurantes de bares, menos aceitunas con hueso y más palitos para picar… o al menos dejen escoger, que a muchos no nos gustan las aceitunas y ya son ganas de sacar el platito para picar y tener que tirarlo.
Palitos salados de hojaldre
Para 16 bastoncitos de 4 sabores (4 de cada sabor):
1 plancha de hojaldre de 250 grs.
2 cdtas. de sal gruesa
8 aceitunas rellenas
2 cdtas. de sésamo
1 cda. de tomate triturado
1 cdta. de orégano
2 cdtas. de ajo y perejil picado
2 cdtas. de queso parmesano en polvo
1 huevo
Estiramos la masa de hojaldre y la cortamos en cruz para obtener 4 rectángulos iguales (de unos 25*15). Con cada trozo haremos un sabor de bastoncillo
Para los de aceitunas y sésamo: espolvoreamos media cucharadita de sal gruesa y las 2 de sésamo y estiramos la masa con el rodillo (así la sal y el sésamo se pegarán bien a la masa). Le damos la vuelta a la masa, la cortamos en 4 trozos iguales a lo ancho y colocamos una fila de aceitunas cortadas en rodajas en cada trozo. Enrollamos la masa haciendo una espiral asegurando que las aceitunas queden dentro. Colocamos cada palito en la bandeja que irá al horno
Para los de tomate y orégano: espolvoreamos media cucharadita de sal gruesa y estiramos la masa. La pintamos con el tomate y espolvoreamos el orégano. Cortamos la masa en 4 partes iguales a lo ancho y enroscamos cada una sobre sí misma para obtener 4 bastoncillos, que colocaremos también en la bandeja del horno
Para los de ajo y perejil: espolvoreamos media cucharadita de sal gruesa y estiramos la masa. Espolvoreamos también el ajo y perejil picados, cortamos la masa en 4 partes iguales y enroscamos cada una sobre sí misma. Luego ponemos los 4 bastones en la bandeja del horno
Para los de queso parmesano: espolvoreamos media cucharadita de sal gruesa y estiramos la masa. Espolvoreamos el queso parmesano, cortamos 4 trozos iguales de masa, los enroscamos sobre sí mismos y los ponemos en la bandeja de horno.
Batimos el huevo y pintamos cada uno de los palitos. Los horneamos a 180ºC durante 25 minutos o hasta que estén bien doraditos. Luego los sacamos y los dejamos enfriar sobre una rejilla para que no cojan humedad y queden bien crujientes
Yo he hecho los palitos con estos 4 sabores pero pienso que hay infinidad de ingredientes que les quedarían bien: atún, anchoas, setas, paté, sobrasada, salmón ahumado picadito, un choricito, pimientos, turrón de Suchard… bueno, igual el turrón para unos palitos salados no sería lo mejor jejeje
Pero vaya, que como todo, es cuestión de echarle imaginación, probarlo, acertar o no y seguir probando. Yo os confieso que, de los 4 que hice, los mejores con diferencia fueron los de aceitunas con sésamo. Los demás tienen un sabor mucho más sutil y nosotros somos más de sabores potentes.
Si os animáis con nuevos sabores, estaré encantada de leer y probar vuestras sugerencias