Yo sigo con mi guerra con los panes, me gusta experimentar con las masas y ponerles sabores, ya vemos en las tiendas y panaderías mucha variedad de panes, que están muy ricos, pero porque no hacerlos en casa a nuestro gusto.
En mi casa los tomates es una de las verduras que más se gasta, tanto para cocinarlo como para comerlo tal cual, esa nos gusta a todos. Bueno pues de ahí surgio la idea, le preguntamos a los niños que les gustaría que llevara la masa de pan y ellos dijeron el tomate, y como con el tomate va estupendamente la albahaca, pues ahí que se la colocamos a la masa y así surgieron estos panes.
Vamos con la receta que se está haciendo la entrada muy larga y no os quiero aburrir... espero que os gusten.
Ingredientes: Para 9 unidades
280gr Harina de trigo
5gr Levadura seca de panadería.
7gr Sal
20gr Manteca de cerdo
1 Yema de huevo
44gr Tomate seco hidratado - Para ver como hidratar tomate pulsa aquí.
Albahaca fresca
140ml Agua
Preparación:
Lo primero que haremos será poner en un vaso un poco de agua y calentarla en el microondas hasta ponerla tibia para añadir la levadura, removemos un poco y reservamos.
De la albahaca solo utilizaremos las hojas, el tallo de desecharemos, de esto no pongo peso puedes añadir según te guste el sabor, yo puse como unas 12 hojas.
Pondremos en la picadora las hojas de albahaca y el tomate seco, los picaremos un poco no queremos que se deshagan mucho.
Ahora en un bol pondremos la harina, haremos especie de un volcán, en uno de los lados pondremos la sal, en el otro la yema de huevo, en otro lado pondremos la albahaca picada con el tomate y en el centro pondremos la manteca.
Solo nos falta añadir la mitad del agua que nos queda, con ayuda de nuestras manos empezaremos a amasar el contenido del bol.
Una vez empecemos a amasar añadiremos el contenido del vaso donde teníamos la lavadura, con el agua que nos sobra enjuagaremos el vaso y lo añadiremos al bol, cuando ya no podamos amasar más en el bol y no quede harina en las paredes espolvorearemos la barra de la cocina con harina y podremos la masa para poder trabajarla durante 10 minutos, si durante el amasado se te pega mucho la masa a la barra lo pondremos otro poco de harina, transcurridos los 10 minutos amasando la pondremos dentro del bol y taparemos con film transparente para dejarla fermentar 30 minutos.
Transcurrido el tiempo de fermentación sacaremos la masa y la pondremos sobre la barra de la cocina para volverla a amasar, espolvoreamos un poco de harina y amasaremos unos 5 minutos.
Ahora dividiremos la masa en porciones de unos 50 gramos cada una, cogemos una de las partes y formaremos panecillos de las formas que más nos gusten, cada vez que formemos uno lo pondremos sobre la bandeja que tengamos pensado hornearlos, en esta bandeja le espolvoreamos un poco de harina, una vez tengamos todos los panes formados, les espolvoreamos un poco de harina por encima y los taparemos con un trapo y dejaremos reposar en el sitio más cálido que tengamos durante 1 hora.
Antes de que llegue a la hora de fermentación pondremos a precalentar el horno a una temperatura de 220º sin ventilador y en la parte de abajo del horno pondremos una olla o una bandeja con unos trapos mojados en agua tiempo que el horno y cree vapor.
Pasado el tiempo de fermentación por los panecillos justo antes de meterlos en el horno le haremos unos cortes transversales con ayuda de un cúter, abrimos el horno pulverizamos con agua las paredes del horno y metemos la bandeja con los panecillos.
En el momento que cerremos la puerta del horno bajaremos la temperatura a 200º y los dejaremos cocer durante 16 minutos, trascurridos los 16 minutos los sacaremos del horno y pondremos los panes sobre un trapo de cocina para que se enfríen bien.
Listos para comer.
¡Buen provecho!
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