Un 4 de julio, al más puro estilo americano. Pero creédme, no lo creé ese día por nada en especial.
Simplemente decidí que esa mañana tomaría forma una idea que rondaba en mi cabeza hacía mucho tiempo. Y qué orgullosa estoy de haberlo hecho.
Recuerdo quedarme hasta altas horas de la noche viendo tutoriales sobre blogs.
Recuerdo esas primeras fotos de mis primeras recetas. Sin comentarios :)
Recuerdo buscar mi blog en Google y no encontrar nada más que fotos de tazas de café. Sin comentarios tampoco :(
Pero todo cambió cuando recibi mi primer comentario de Nati Pastor del blog Natirecetascaseras. No pude ser más feliz :D
A partir de ese momento este blog no me ha traído otra cosa que no fueran alegrías.
Ha sido mi ventana de aire fresco cuando he necesitado respirar hondo. Ha sido confidente de mis historias, con sus alegrías y sus penas.
Gracias a él he pasado ratos disfrutando en la cocina, con sólo mis ingredientes y mi música. Me ha enseñado que con esfuerzo y dedicación hasta la receta más difícil puede salir de ella. Que a veces sale a la primera, y otras a la quinta o a la sexta. Que hace falta mancharse mucho en esta vida para conseguir lo que quieres, pero que la intención es lo que cuenta.
Me ha presentado a gente maravillosa, a la que ya guardo un especial e inmenso cariño. Me ha demostrado cómo algo tan pequeño como un cupcake te puede arrancar una sonrisa tan grande.
Pero la lección más importante que he aprendido gracias a este blog es que con muy poco se puede ser feliz.
Así que gracias a todos los que me leéis y me seguís. Espero seguir mucho mucho tiempo compartiendo con vosotros Mi ratito del café.
Ingredientes: (Receta original de Cocina para todos)
Para la base:
1/2 paquete de galletas Digestive
1/2 donut
70-80 gr. de mantequilla
Para el relleno:
3 donuts
250 ml. de nata (crema de leche) para montar
125 gr. de queso Philadelphia
125 ml. de leche
35 gr. de azúcar
1 sobre de cuajada
Para la superficie:
1/2 donut
5 galletas digestive
1 cucharada de almendra molida
1 sobrecito de azúcar moreno (aprox. 12 gr.)
2 cucharadas de mantequilla
Elaboración:
Para la base, trituramos las galletas junto con el medio donut hasta que queden bien picaditas. Derretimos la mantequilla en el micro unos segundos y mezclamos bien con la galleta triturada. Yo siempre suelo usar más mantequilla de la que viene en la receta original porque me gusta que tenga esa consistencia apta para manejar bien y poder así cubrir la base sin problemas.
Preparamos nuestro molde desmontable cubriendo la base primero con papel vegetal y después de colocar de nuevo las paredes del molde, cubrimos con la base de galleta. Metemos al congelador unos minutos para que enfríe.
Para preparar el relleno, dividimos la leche en dos partes iguales. En uno de los vasos con parte de la leche, disolvemos el sobre de cuajada. El otro lo reservamos. En un cazo echamos los donuts troceados o desmigados con los dedos, añadimos el azúcar, la nata (crema de leche), el otro vaso de leche que teníamos reservado, y el queso Philadelphia. Lo ponemos a fuego medio-alto y empezamos a remover. Cuando empiece a hervir, añadimos el otro vaso de leche con cuajada. Mezclamos bien y cuando vuelva a hervir apagamos y lo retiramos el fuego.
Batimos la mezcla para que quede todo bien integrado. Sacamos el molde del congelador y vertemos la mezcla. Dejamos enfriar a temperatura ambiente, y más tarde metemos a la nevera un mínimo de 4 horas. Yo la dejé un día entero.
Para preparar la capa de arriba, trituramos las galletas, el medio donut, el azúcar, la almendra y la mantequilla y mezclamos bien hasta conseguir una mezcla apta para espolvorear. Sacamos la tarta de la nevera, cubrimos con nuestra mezcla toda la superficie, y desmoldamos con cuidado.
Fuente: este post proviene de Mi ratito del café, donde puedes consultar el contenido original.
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