La sopa de cebolla o “Soupe doignons aux Halles” es un plato de origen humilde. Sin embargo, ha llegado a convertirse en un símbolo de la cocina francesa. No está muy claro su origen, aunque las primeras referencias escritas se remontan al siglo XIV. Se sabe que era un plato muy común entre los campesinos. La cebolla, su principal ingrediente, era barata y fácil de conseguir, ya que crecía bien sin muchas atenciones.
Se cuenta que la sopa de cebolla cobró importancia gracias a Estanislao Leczinski, suegro de Luis XV y apasionado de la gastronomía. Éste la descubrió por casualidad en una fonda cuando iba camino de Versalles para visitar a su hija. Le sirvieron una sopa tan delicada que quiso saber cómo se preparaba. Y es gracias a un suceso fortuito que la sopa de cebolla adquirió fama.
En el siglo XIX, esta sopa pasó de ser el plato que tomaban los trabajadores de Les Halles (el mercado central de abastos de Paris) para calentarse, a ser el plato que degustaban los noctámbulos de la ciudad.
Es un plato muy reconfortante. En días fríos se agradece un cuenco caliente de esta deliciosa sopa que podemos preparar en casa sin muchas complicaciones y con muy buenos resultados.
Como en todas las recetas, hay tantas versiones como manos que las preparan. Las podéis encontrar con un roux o sin él, con vino blanco o champagne, más densas o ligeras. Según el gusto del cocinero. En el caldo que lleva, también hay variedad; de pollo, de carne o de verduras.
La receta que os presento hoy no es apta para vegetarianos porque está preparada con caldo de pollo. Pero la podéis adaptar usando este caldo de verduras (sin jengibre).
Ingredientes
400 g de cebollas
40 g de mantequilla
40 g de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
1 litro de caldo de pollo
8 rebanadas de pan de baguette
Queso emmental rallado
Preparación
1.- Corta en juliana las cebollas
2.- En una cazuela pon a calentar el aceite y la mantequilla. Cuando ésta se haya derretido, echa la cebolla y deja que se vaya haciendo a fuego medio. Déjala en el fuego entre 20 y 30 min. o hasta que empiece a caramelizarse.
3.- Añade el caldo de pollo caliente y deja que hierva 20 min. más.
4.- Enciende el horno y tuesta las rebanadas de pan. Cuando estén listas, reparte por encima el queso emmental rallado. Gratina un par de minutos.
5.- Reparte la sopa en cuencos y coloca enseguida las rebanadas de pan.
Ya solo queda disfrutar de la sopa.
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